El mes de noviembre ha sido especialmente complicado para Pfizer, que cerró con una caída acumulada del 7,39% en el valor de sus acciones. La farmacéutica estadounidense terminó el periodo en 26,21 dólares por acción, frente a los 28,48 dólares (27,18 euros) con los que inició el mes. Este retroceso refleja las crecientes dudas del mercado sobre la capacidad de la compañía para enfrentar los retos actuales en un entorno de alta competencia y con desafíos económicos significativos.
El descenso comenzó a hacerse evidente en la primera semana de noviembre. El 6 de noviembre, Pfizer sufrió un retroceso del 2,25%, cerrando en 27,36 dólares (26,11 euros), lo que marcó el inicio de una tendencia bajista. Este movimiento negativo se intensificó el 8 de noviembre, cuando las acciones cayeron un 2,69%, para luego registrar una pérdida aún mayor el 15 de noviembre, con un retroceso del 4,69%, cerrando en 24,80 dólares (23,67 euros). Este último movimiento destacó como una de las jornadas más negativas del mes, acompañado de un volumen de negociación alto, lo que sugiere una creciente salida de inversores preocupados por el futuro inmediato de la compañía.
La segunda mitad de noviembre mostró leves intentos de recuperación, con subidas puntuales como las del 22 de noviembre (+2,07%) y el 25 de noviembre (+2,03%), donde las acciones alcanzaron los 26,17 dólares (24,98 eruos). Sin embargo, estas mejoras temporales no fueron suficientes para revertir las caídas acumuladas durante el mes. El cierre del 29 de noviembre en 26,21 dólares (25,01 euros) consolidó un mes complicado, con un descenso promedio diario que evidenció una pérdida constante de confianza por parte de los inversores.
El cierre del 29 de noviembre en 26,21 dólares consolidó un mes complicado
El desempeño bursátil de Pfizer en noviembre contrasta con su posición dentro de la industria farmacéutica. Analistas atribuyen esta tendencia negativa a una combinación de factores, entre los que destaca el impacto de contratiempos relacionados con su fusión con Viatris. La sanción impuesta por el regulador de la competencia de Marruecos, por no notificar adecuadamente la fusión entre Mylan y el negocio de Upjohn de Pfizer en 2020, ha generado inquietudes sobre posibles revisiones regulatorias en otros mercados.
Otro factor que ha golpeado la confianza en Pfizer fue el revés judicial en Estados Unidos relacionado con el caso de uso de información privilegiada por parte de Wyeth, adquirida por Pfizer en 2009. Un juez federal en Manhattan rechazó el intento de Pfizer de recuperar 75,2 millones de dólares (71,1 millones de euros) sobrantes de un acuerdo entre la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y SAC Capital Management.
El juez dictaminó que Pfizer no pudo demostrar un daño financiero directo relacionado con el caso, lo que representa un golpe adicional tanto a la reputación como a la posición financiera de la compañía. Este fallo, además, pone en evidencia las dificultades de Pfizer para reivindicar su posición en medio de controversias legales.
Con el final del año a la vuelta de la esquina, la compañía farmacéutica estadounidense enfrenta el desafío de restaurar la confianza del mercado. Las expectativas de los inversores se centran en la capacidad de la compañía para superar las dificultades actuales y volver a consolidar su posición como uno de los principales actores en la industria farmacéutica global. Las decisiones estratégicas en los próximos meses serán clave para determinar si Pfizer logra estabilizar su desempeño financiero y recuperar terreno perdido en el mercado bursátil.