Las redes sociales han supuesto un antes y después en la sociedad, por una parte, ofrecen numerosas ventajas al poder mantener conectadas a personas de distintas partes del mundo en todo momento. Sin embargo, esto ha terminado creando una realidad paralela plagada de filtros y vidas de mentira en búsqueda de likes y comentarios.
En los orígenes de Twitter, Instagram o Facebook, era impensable adivinar que acabarían moviendo la cantidad de personas que registran actividad diaria en estas plataformas, llegando al punto incluso de formar parte de la vida de cualquier persona con un cierto conocimiento de la tecnología.
"Meta ha aprovechado tecnologías poderosas y sin precedentes para atraer, involucrar y, en última instancia, atrapar a jóvenes y adolescentes. Con el beneficio como motivo"
Una adicción que pasa desapercibida, pero que conlleva una serie de peligros, sobre todo en el caso de los jóvenes. La dependencia y el bullying que reside en las redes sociales pueden provocar ansiedad, depresión o incluso una caída en el rendimiento escolar. Un eterno debate entre los beneficios y peligros que ha terminado en los juzgados en numerosas ocasiones, la última salpicada ha sido Meta, empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, ha sido demandada por más de 40 estados de los Estados Unidos.
Esta acción legal de las autoridades estatales surge con el objetivo de frenar el impacto de las redes sociales en la salud mental de los menores, además de obligar a Meta a cambiar ciertos puntos de su plataforma para proteger a los jóvenes. "Meta ha aprovechado tecnologías poderosas y sin precedentes para atraer, involucrar y, en última instancia, atrapar a jóvenes y adolescentes. Con el beneficio como motivo", según la denuncia presentada en el tribunal federal de Oakland, California.
Por parte de Meta, se han mostrado “muy decepcionados”, alegando que en lugar de trabajar de manera conjunta para crear estándares claros y apropiados para la edad en la que los adolescentes pueden acceder a una aplicación o red social, “han optado por elegir otro camino”. El inicio de este caso se remonta al año 2021 con la publicación de una serie de documentos por parte del The Wall Street Journal, que aseguraban que la compañía sabía que Instagram, la aplicación para compartir fotos, era adictiva y creaba una imagen fuera de la realidad que a su vez provocaba ansiedad y depresión en sus usuarios.
"Las empresas de redes sociales, incluida Meta, han contribuido a una crisis nacional de salud mental juvenil y deben rendir cuentas”
"Meta se ha beneficiado del dolor de los menores al diseñar intencionalmente sus plataformas con características manipuladoras que convierten a los menores en adictos a sus plataformas al tiempo que disminuyen su autoestima. Las empresas de redes sociales, incluida Meta, han contribuido a una crisis nacional de salud mental juvenil y deben rendir cuentas”, ha señalado Letitia James, fiscal general de Nueva York, uno de los estados implicados en la demanda federal.
Desde entonces, estados como Arkansas o Louisiana empezaron a tomar cartas en el asunto con una serie de leyes promulgadas contra las grandes plataformas tecnológicas, ante el miedo de que las redes sociales estén alimentando un aumento, muy evidente, de la depresión juvenil y de las ideas suicidas. Entre las medidas drásticas contra estas empresas se encuentran nuevos requisitos, como la exigencia del consentimiento de los padres antes de crear una cuenta para un menor de edad, además de la verificación de edad.
DEMANDAS EN EL ÚLTIMO AÑO
En esta misma línea, a principios de año, desde el distrito escolar público de Seattle, han acusado a TikTok, Facebook, Instagram, YouTube y Snapchat de crear una "crisis de salud mental entre los jóvenes estadounidenses". Con una extensión de 91 páginas, afirmaban que estas empresas explotan la naturaleza adictiva de las redes sociales en su beneficio, y que a su vez, desencadenan una sociedad depresiva y con pensamientos de autolesión.
En cuanto a los contenidos calificados como “peligrosos” que mencionan en la demanda, se encuentran las dietas extremas, vidas irreales e incitaciones para autolesionarse, entre otras. Conductas que, según apuntaban, han provocado que la primera causa de muerte en los jóvenes sea el suicidio. Sin embargo, en este caso, la Ley de Decencia en las Comunicaciones de EE.UU, le dio la razón a las plataformas, ya que según recoge, no son responsables de los contenidos que publican terceros.