La planta de Recipharm en Ashton-under-Lyne, en Reino Unido, podría tener los días contados. Y es que, la compañía ha anunciado que está examinando la interrupción de las operaciones en su planta de fabricación de dosis sólidas, una medida que afectará a un total de 140 empleados.
Según ha informado FiercePharma, la compañía pretende hablar con los empleados, los cuales podrían obtener empleos en otras plantas de Recipharm. Asimismo, también mantendrá conversaciones con los clientes sobre las transferencias de sus productos a otras instalaciones de la compañía para minimizar el impacto en los pacientes.
La compañía mantendrá conversaciones con los empleados y clientes para minimizar lo máximo posible el impacto del cierre de la planta
"Hemos tomado esta decisión ya que no hay posibilidad de que la instalación en Ashton-under-Lyne pueda ofrecer un rendimiento aceptable a medio plazo", ha explicado Thomas Eldered, CEO de Recipharm, al tiempo que ha apostillado que ha sido una elección "difícil" ya que cualquier cierre afectará a aproximadamente 140 de sus empleados que "han demostrado compromiso y trabajo arduo para proporcionar productos y servicios de alta calidad".
De igual modo, el CEO de Recipharm ha detallado que la planta ha promediado una pérdida de dos millones de dólares (1,74 millones de euros) sobre una base de ebitda en los últimos tres años.
Eldred también ha señalado que "el trabajo está en curso pero no se terminará hasta la segunda mitad de 2019". Y es que, según han subrayado desde la compañía, suspender las operaciones permitiría a la compañía mejorar su margen y ganancias en su negocio de sólidos.