El turismo sanitario a nivel internacional se resiente. Esta es la realidad de un negocio que no ha sido ajeno a una crisis que comenzó con la pandemia de la COVID-19 y que ha perdurado con la invasión de Ucrania por parte de las tropas rusas, todo ello en un contexto donde los precios de múltiples servicios se han disparado.
"Los posibles viajeros son, ahora, más cautelosos: se piensan dos veces el hecho de gastar cantidades de dinero elevadas en procesos como los tratamientos dentales", explica en declaraciones a la agencia Reuters Attila Knott, gerente de un centro hospitalario en Hungría.
"Los posibles viajeros son, ahora, más cautelosos: se piensan dos veces el hecho de gastar cantidades de dinero elevadas en procesos como los tratamientos dentales"
Es preciso recordar que, durante años, los viajes a clínicas en países como Hungría o Turquía han sido una de las opciones preferidas por los pacientes británicos y norteamericanos para evitar las listas de espera y los altos costes a los que tienen que hacer frente en sus sistemas sanitarios.
Los operadores turísticos esperaban una recuperación rápida tras el levantamiento de las restricciones a los viajes ligadas a la crisis del SARS-CoV-2. Sin embargo, la inflación generada por el aumento de los precios de la energía y los alimentos, desde el estadillo de la guerra de Ucrania hace justo un año, ha dejado a las personas con escasa capacidad financiera para gastos supérfluos, con especial énfasis en el caso de los procedimientos cosméticos.
En paralelo, el aumento de las tarifas aéreas y la reducción de los vuelos está generando un clima de desánimo entre los posibles pacientes, según han apuntado diversas fuentes a la agencia. Una situación que en Hungría, que limita con la frontera ucraniana, se ve agravada por la desconfianza de los viajeros
Determinadas clínicas que forman parte de este tejido empresarial, como el centro Nordorthopaedics de Lituania, ha experimentado un aumento del 15% en sus precios respecto a cinco años atrás
En el caso de Turquía, los billetes de avión pueden llegar a ser hasta el doble de lo que suponían en 2019, según ha apuntado WeCure, que se especializa en turismo sanitario desde países como Gran Bretaña a grandes centros situados en Turquía. No en vano, los costes del paquete turístico, que engloba tanto el traslado como el tratamiento, ha doblado su presupuesto.
Determinadas clínicas que forman parte de este tejido empresarial, como el centro Nordorthopaedics de Lituania, ha experimentado un aumento del 15% en sus precios respecto a cinco años atrás. Para animar a los clientes, algunos operadores de clínicas están ofreciendo opciones de pago por uso, mientras que el crowdfunding ha surgido como otra fuente de apoyo.