Y es que, “la evidencia de la investigación que comenzó en 2015 ha concluido que Purdue ha cometido numerosas violaciones de la Ley de Protección al Consumidor, la Ley de Fraude Médico y otras leyes estatales”.
Según la denuncia civil, “Pardue ha participado en prácticas de mercado injustas o engañosas”, entre otras cosas, la farmacéutica habría minimizado el grave riesgo de adicción que representa su fármaco OxyContin; habría exagerado la eficacia de la terapia con opiáceos; habría alegado que su producto es inviolable y por tanto, casi imposible de abusar del mismo; y no habría reportado casos de dispensación sospechosa, tal y como exige la ley.
"Purdue comercializó agresivamente sus opioides para tratar el dolor crónico"
“Durante los últimos dos años, nuestra oficina ha llevado a cabo una extensa investigación sobre el marketing de OxyContinde Purdue y otros de sus productos comercializados en New Hampshire”, han asegurado desde el gobierno estatal.Además, “New Hampshire continúa experimentando una severa epidemia de opioides; el año pasado se registraron casi 500 muertes por sobredosis, diez veces más que en el año 2000”.
Por este motivo, desde el gobierno de New Hampshire han asegurado que “para derrotar a la epidemia, debemos dejar de crear nuevos usuarios y para ello hay que asegurarse de que estos medicamentos, altamente adictivos y peligrosos, se comercializan sinceramente y sin engaño, de tal manera que no se minimicen los riesgos de adicción o se exageren los beneficios para los pacientes”.
En este sentido, la demanda alega que Purdue comercializó agresivamente sus opiódies para tratar el dolor crónico, sin revelar que no hay evidencia científica de que los opiáceos sean seguros o eficaces para esta patología. Asimismo, “los representantes de ventas de la compañía hicieron llamadas personales a más prescriptores en New Hampshire que cualquier otro fabricante de opiáceos, representando dos de cada tres llamadas de este tipo en el estado”.