Dos de los propietarios de Purdue Pharma, la empresa que fabrica el analgésico OxyContin, han reconocido ante un comité del Congreso de Estados Unidos que su medicamento tuvo un papel en la crisis nacional de opioides, pero no llegaron a disculparse ni a admitir irregularidades.
Según recoge Reuters, David Sackler, miembro de la familia propietaria de Purdue Pharma, ha expresado su "profunda tristeza". “OxyContin es un medicamento con el que Purdue tenía la intención de ayudar a las personas, y ha ayudado y sigue ayudando a millones de estadunidenses”, ha indicado.
Según los críticos de la farmacéutica, los esfuerzos de mercadotecnia de la compañía contribuyeron a una crisis de sobredosis y adicción a los opioides que se ha relacionado con 470.000 muertes en Estados Unidos durante las últimas dos décadas.
Los esfuerzos de mercadotecnia de la compañía contribuyeron a una crisis de sobredosis y adicción a los opioides que se ha relacionado con 470.000 muertes en Estados Unidos
Kathe Sackler, prima de David Sackler, declaró al Comité para la Supervisión de la Cámara de Representantes que sabe que “la pérdida de cualquier miembro de la familia o ser querido es terriblemente dolorosa y nada es más trágico que la pérdida de un hijo”.
Sin embargo, cuando se le preguntó sobre su papel en la empresa, indicó que había hecho un examen de conciencia. “He tratado de averiguar si hay algo que podría haber hecho de manera diferente sabiendo lo que sabía entonces, no lo que sé ahora”, dijo. “No hay nada que pueda encontrar que hubiera hecho de otra manera”, añadió.
El representante Kelly Armstrong recalcó que los ingresos por ventas de OxyContin aumentaron incluso después de que la compañía se declaró culpable de delitos por la comercialización indebida de la medicina.