El auge de los productos biofarmacéuticos: el mercado alzanzará un valor de 2,6 mil millones en 2031

El mercado biofarmacéutico se perfila a largo plazo como uno de los sectores más dinámicos y estratégicos de la economía global, transformando el panorama de la salud y la innovación tecnológica

Auge de los productos biofarmacéuticos (Foto: Microsoft IA)
Auge de los productos biofarmacéuticos (Foto: Microsoft IA)
José Iborra
6 enero 2025 | 07:00 h

El mercado global de productos biofarmacéuticos se encuentra en una etapa de expansión sin precedentes, marcando un hito en la evolució de la medicina moderna. Según el último informe de “Data Bridge Market Research”,  con un valor estimado en 1,02 mil millones de dólares (964 mil millones de euros) en 2023, se espera que el sector alcance los 2,62 mil millones de dólares (2,47 mil millones de euros) para 2031, reflejando una tasa de crecimiento anual compuesta del 6%.  

Los productos biofarmacéuticos, que incluyen anticuerpos monoclonales, vacunas, terapias génicas y biosimilares, están diseñados para atacar enfermedades específicas con precisión y eficacia. Estas innovaciones han revolucionado el tratamiento de patologías como el cáncer, enfermedades autoinmunes, trastornos metabólicos y enfermedades infecciosas. En particular, los anticuerpos monoclonales han emergido como líderes en este segmento  mejorando tanto la eficacia como la seguridad de los tratamientos.

En el epicentro de este crecimiento se encuentran las necesidades médicas no cubiertas, derivadas del aumento global de enfermedades crónicas. Patologías como la diabetes, el cáncer y las afecciones cardiovasculares han alcanzado niveles alarmantes, impulsando una demanda sin precedentes de estas terapias innovadoras. Paralelamente, los avances tecnológicos han dotado a la industria biofarmacéutica de herramientas más efectivas para enfrentar estos retos.  

En el epicentro de este crecimiento se encuentran las necesidades médicas no cubiertas

Una de las mayores transformaciones en el sector ha sido la aceptación y expansión de los biosimilares. Estas versiones más asequibles de medicamentos biológicos de marca están ayudando a democratizar el acceso a terapias avanzadas, especialmente en mercados emergentes. Los biosimilares no solo representan una alternativa económica, sino que también fomentan la competencia en el mercado, lo que a su vez impulsa la innovación y beneficia a los pacientes.

No obstante, en el mercado biofarmacéutico nos encontramos numerosos desafíos. Los altos costes asociados a la investigación, desarrollo y producción de medicamentos biológicos siguen siendo una barrera significativa. Esto se debe a que la fabricación de productos biofarmacéuticos requiere instalaciones altamente especializadas, tecnología avanzada y estrictos controles regulatorios, lo que se traduce en costos elevados que dificultan la entrada de nuevos jugadores al mercado.

Además, la industria enfrenta una escasez mundial de talento capacitado en biotecnología, lo que podría ralentizar el desarrollo de nuevos productos en un futuro cercano. Sin embargo, pese a estos desafíos, las tendencias emergentes en el sector están abriendo nuevas oportunidades. La medicina personalizada está cambiando el paradigma del tratamiento médico. Este avance es particularmente prometedor en áreas como la oncología, donde los tratamientos dirigidos han demostrado resultados transformadores.

En términos geográficos, América del Norte sigue siendo la región líder, gracias a su infraestructura avanzada, altos niveles de inversión en investigación y desarrollo y una adopción temprana de tecnologías innovadoras. Sin embargo, Asia-Pacífico está emergiendo como un motor de crecimiento crucial. Los gobiernos en esta región están invirtiendo estratégicamente en biotecnología, mientras que la creciente población y las altas tasas de enfermedades crónicas generan una demanda sostenida de terapias avanzadas. Esto posiciona a Asia-Pacífico como una región clave para el futuro de los productos biofarmacéuticos.

América del Norte sigue siendo la región líder, pero Asia-Pacífico está emergiendo como un motor de crecimiento crucial

El futuro del mercado biofarmacéutico también está definido por la creciente integración de tecnologías disruptivas. En este sentido, la IA y el aprendizaje automático están desempeñando un papel cada vez más importante en el descubrimiento y diseño de fármacos, permitiendo a las compañías identificar moléculas prometedoras con mayor rapidez y precisión. Asimismo, los avances en la biología computacional están optimizando los procesos de fabricación y mejorando la eficiencia en toda la cadena de valor.

Otro aspecto crucial es el impacto de la colaboración entre la industria biofarmacéutica y las instituciones de investigación. Estas alianzas han dado lugar a innovaciones que de otro modo habrían tardado años en desarrollarse. Las asociaciones público-privadas están permitiendo que los avances científicos se traduzcan en productos comercializables más rápidamente, beneficiando tanto a los pacientes como a los sistemas de salud en todo el mundo.

Mientras el mercado continúa expandiéndose, la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad para muchas empresas biofarmacéuticas. Los esfuerzos para reducir el impacto ambiental de la fabricación de medicamentos están ganando terreno, con iniciativas para minimizar el uso de recursos naturales y mejorar la eficiencia energética. Este enfoque no solo responde a las demandas sociales y regulatorias, sino que también crea un entorno más favorable para la innovación a largo plazo.

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