La mala racha para Acorda Therapeutics continúa. En 2018, la compañía perdió cuatro patentes sobre la esclerosis múltiple con Ampyra, y se enfrentó a recortes de empleo y costes por lo que, tras esta pérdida, la compañía puso su enfoque en Inbrija, para el párkinson, pero parece que también le está dando más de un dolor de cabeza.
Las expectativas de ventas de Inbrija cada vez son más bajas. En 2019, el fármaco solo recaudó 15,3 millones de dólares (14,1 millones de euros) en ventas, una cifra que está muy lejos de la meta de 800 millones de dólares (737,8 millones de euros) que Acorda señaló en su informe anual hace un año.
Acorda Therapeutics anunció el despido de una cuarta parte de sus empleados a finales del pasado año
Ron Cohen, CEO de Acorda, ha culpado de las bajas expectativas de Inbrija “a los problemas de reembolso del primer año que dejaron a los médicos preacondicionados para evitar recetar el medicamento”.
Según Cohen, "Inbrija está lista para un cambio en las ventas después de que el fabricante de medicamentos haya luchado con uñas y dientes por el acceso al mercado”.
A finales del pasado año, Acorda anunció el despido de una cuarta parte de sus empleados. El plan, que concluirá en este primer trimestre de 2020, tiene como objetivo reducir los costes y permitir que Acorda arroje los recursos que tiene detrás del lanzamiento de la enfermedad de Párkinson, Inbrija.