Noland Arbaugh, el paciente de 29 años que quedó tetrapléjico tras un accidente de buceo, recibió a finales de enero el primer chip cerebral de Neuralink. Dos meses y medio después, la compañía fundada por el multimillonario Elon Musk ha retransmitido a través de X cómo el hombre podía jugar al ajedrez a través de sus pensamientos.
Durante el directo Arbaugh explicó cómo fue la operación en la que mediante un robot colocaron quirúrgicamente el implante de interfaz cerebro-computadora en una región del cerebro que controla la intención del movimiento. “La cirugía fue súper fácil, literalmente me dieron el alta del hospital un día después. No tengo ningún deterioro cognitivo”.
— Neuralink (@neuralink) March 20, 2024
A pesar de ser un antes y después en la medicina, el chip de Musk todavía tiene mucho camino por delante, y así lo ha hecho saber el primer paciente, que a pesar de mostrarse muy contento y asegurar que le “ha cambiado la vida”, ha recalcado que no quiere que la gente piense que este es el final del camino y que “queda mucho trabajo por hacer”.
Kip Ludwig, ex director del programa de ingeniería neuronal de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., ha señalado que lo que ha mostrado Neuralink no ha sido un gran avance y ha asegurado que es necesario más aprendizaje tanto por parte de la compañía como del propio paciente, “aunque, sin duda, es un buen punto de inicio”.
UN LARGO CAMINO LLENO DE CONTRATIEMPOS
Desde los inicios del proyecto, Neuralink ha estado bajo el punto de mira, sobre todo, por experimentar con monos en condiciones poco óptimas. Errores que le han llevado a tener abiertas dos investigaciones en torno a las muertes de varios de estos primates y al transporte de patógenos peligrosos de chips extraídos sin las medidas necesarias.
Precisamente en esta última, casi un año después del registro de los primeros informes del Departamento de EE.UU, descubrieron que el problema no eran los materiales infecciosos, sino que la compañía había violado una serie de normas con respecto al movimiento de esta clase de materiales. Según los registros de la agencia en las instalaciones de Neuralink en Texas identificaron varios problemas relacionados con la calibración de los instrumentos utilizados para los ensayos en animales, como un medidor de pH o un monitor de signos vitales, no tenían constancia de haber sido calibrados.
“Es un primer paso importante que permitirá que esta tecnología ayude a muchas personas”
Pese a las continuas reticencias que rodeaban a este proyecto, la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó a Neuralink en mayo de 2023 a realizar sus primeros ensayos en humanos con el objetivo de comprobar la seguridad del microchip. Un hito sin precedentes que calificaron en sus redes sociales como “un primer paso importante que permitirá que esta tecnología ayude a muchas personas”.
Tras el inesperado anuncio de la FDA, la compañía especializada en neurotecnología consiguió recaudar un total de 280 millones de dólares (253 millones de euros) en una ronda de financiación gracias a la empresa de capital de riesgo Founders Fund del fondo de Peter Thiel. Una inyección económica que le ha permitido conseguir avanzar en su objetivo final, contando ya con un paciente que puede jugar al ajedrez a través de sus propios pensamientos, algo que hace años resultaba impensable.