Los Estados miembros de la Unión Europea (UE) asumen la Presidencia del Consejo por turnos de seis meses según un sistema de rotación igual y orden determinado. El Tratado de Lisboa creó la figura de los Tríos, grupos informales de tres Presidencias que se coordinan para dar continuidad a los trabajos a lo largo de dieciocho meses. España inaugurará, como en 2010, un trío que completarán sucesivamente Bélgica y Hungría a lo largo de 2024.
La Presidencia española de 2023 se desarrollará en el último tramo del ciclo institucional europeo, antes de las elecciones al Parlamento Europeo previstas para mayo de 2024 y el posterior nombramiento de una nueva Comisión. En consecuencia, España tendrá una particular responsabilidad de culminar las negociaciones de gran número de expedientes abiertos en las grandes líneas de trabajo de la Unión: transición ecológica, transformación digital y agenda social. Asimismo, las iniciativas que España impulse tendrán una incidencia en el siguiente ciclo europeo.
Darias y Kyriakides han compartido las prioridades en materia sanitaria del Gobierno de España durante la Presidencia al Consejo de la Unión Europea, que comenzará a partir del próximo 1 de julio
En la línea, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha mantenido este lunes un encuentro con la comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, en el que ha compartido las prioridades en materia sanitaria del Gobierno de España durante la Presidencia al Consejo de la Unión Europea, que comenzará a partir del próximo 1 de julio.
UNA OPORTUNIDAD PARA FOMENTAR EL GENÉRICO
La Presidencia del Consilium supone una ventaja competitiva para la industria nacional. En el ámbito de la salud, una de las áreas que puede lograr un mayor beneficio es la del medicamento genérico. A nivel comunitario, es preciso fomentar el uso de estos medicamentos, incrementar el acceso de los pacientes y garantizar la sostenibilidad presupuestaria. En paralelo, precisan sus representantes, hay que comprometerse con las cadenas de suministro y la fabricación duradera de medicamentos permitiendo el acceso a fondos europeos.
Todo ello pasa por una serie de reformas políticas para fortalecer los sistemas sanitarios a través de medicamentos con patente finalizada. Unas reformas que deben articularse tanto a nivel nacional como en el espacio comunitario, donde la Unión de los 27 tiene un peso significativo.
El sector de los medicamentos con patente finalizada representa el 70% de los fármacos que se dispensan en Europa para el tratamiento de patologías graves como el cáncer y enfermedades autoinmunes, respiratorias y cardiovasculares
El sector de los medicamentos con patente finalizada representa el 70% de los fármacos que se dispensan en Europa para el tratamiento de patologías graves como el cáncer y enfermedades autoinmunes, respiratorias y cardiovasculares. En palabras de sus representantes, estos fármacos son parte de la solución para tener sistemas de salud resilientes.
En línea con la Estrategia Farmacéutica Europea, el objetivo debe pasar por "no depender de terceros países" con el propósito de evitar tensiones de mercado. En el caso de España, y gracias a la "amplia red de seguridad" que existe en nuestro pais, la pandemia de la COVID-19 no ha impactado de forma acuciante en la industria nacional.
Esta apuesta generaría "un efecto llamada de la inversión de terceros países de fuera del entorno europeo". Algo que sería "muy interesante" dado que la industria del genérico, en España, "contribuye de manera muy decidida a incrementar el producto interior bruto (PIB), con su correspondiente impacto en campos como la creación de empleo".