La empresa de salud predictiva, Potrero Medical, se ha acogido al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos. Esta permite a las empresas con problemas financieros reorganizarse bajo la protección de la ley. La compañía espera que la reestructuración concluya en menos de 75 días.
Según el director general, Joe Urban, “la tecnología médica pasa por ciclos, y este es uno de los ciclos más brutales que he visto en más de 20 años de trabajo en dispositivos médicos", afirma según Fierce Biotechen. "No quería un resultado con el Capítulo 11, pero fue el único resultado que vimos como junta directiva, para mantener viva la empresa y la tecnología en movimiento", añadió.
La compañía espera que esta reorganización voluntaria refuerce sus finanzas y facilitará su enfoque continuo en mejorar la atención al paciente. Esta reestructuración, a través de términos prenegociados presentados ante el tribunal de quiebras de Delaware, espera que el proceso se complete, según un cronograma acelerado, antes de febrero del próximo año. Asimismo, se prevé que tras este procedimiento, cuente con hasta 10 millones de dólares (9 millones de euros) de nueva financiación para continuar con sus operaciones, a la espera de la determinación final del tribunal.
"Somos una empresa que genera ingresos, que tiene una excelente tecnología y a los clientes les encanta, pero incluso en ese entorno, nos resultó muy difícil, si no imposible, recaudar dinero"
“Como resultado del entorno, tuvimos que tomar algunas decisiones difíciles. Y cuando estás en una startup, es como una familia”, dijo Urban. “Es lo más extraño: somos una empresa que genera ingresos, que tiene una excelente tecnología y a los clientes les encanta, pero incluso en ese entorno, nos resultó muy difícil, si no imposible, recaudar dinero”.
La tecnología de Potrero Medical ha permitido a los profesionales dar un diagnóstico preciso a aquellos pacientes con problemas renales. El dispositivo Accuryn rastrea la salud renal de un paciente dentro del hospital mediante la recopilación de datos de un sistema automatizado de recolección de orina, que mide la producción de líquido, y registra la temperatura corporal central y la presión intra abdominal usando un catéter Foley equipado con un sensor. Todo ello se conecta de forma directa el historial clínico del paciente.
Hasta ahora, este dispositivo médico se ha utilizado para ayudar a monitorizar a más de 64.000 pacientes, con más de 1.100 instalaciones en al menos 60 hospitales. Con su uso, la compañía ha registrado ingresos récord en trimestres consecutivos este año, después de reembolsos favorables. Sin embargo, no ha sido suficiente ya que como indica el director general de Potrero, "no se trata sólo de nuestra industria, es el capital en general. El capital de crecimiento acaba de evaporarse”, concluye.