Con el año nuevo llegan los propósitos y entre ellos, el más generalizado es el de perder esos kilos de más… Por eso, muchas personas se preguntan por qué no existirá una pastilla que nos haga adelgazar. Esta pastilla existe, más o menos, aunque para un tipo de personas concretas.
Se trata de Mysimba, comercializada en España por Rovi, pero cuya creadora es la biofarmacéutica Orexigen Therapeutics Ireland, y en España se vende desde hace un año. Sin embargo, se trata de un fármaco que no ha dejado indiferente a nadie y tiene sus fieles y detractores por partes iguales.
Tal y como indicó la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) cuando decidió aprobar este medicamento, es apto para el control de peso en pacientes adultos cuando concurren una o más comorbilidades relacionadas con el peso, como la diabetes tipo 2, dislipidemia o hipertensión controlada.
No obstante, pese a la aprobación tanto de la EMA como de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), otra de las grandes agencias de Europa sigue siendo reticente y se niega, por ahora, a poner en su mercado esta pastilla.
Es el Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Cuidado (NICE, por sus siglas en inglés), de Reino Unido. Tras varios meses debatiendo sobre el futuro de este fármaco, pocos días antes de acabar 2017, se mostró firme y contundente, “se desconoce su efectividad a largo plazo”.
Además, otra de las cuestiones que deja en el aire es que los ensayos clínicos han demostrado eficacia a corto plazo siempre y cuando se lleve un estilo de vida sano y una dieta baja en calorías, algo que por sí solo ya ayuda a mantener el peso en adultos, según sugieren las autoridades.
"La pérdida de peso no puede justificar la exposición de las personas a un riesgo desproporcionado de las reacciones adversas de este medicamento"
Pero hay más, el propio fabricante es el que advierte que “puede causar efectos secundarios graves de pensamientos o acciones suicidas. Uno de sus ingredientes, bupropión, provoca cambios inusuales en la conducta”, así que, desde su lanzamiento en Estados Unidos y luego en Europa, no ha dejado indiferente a nadie.
Y es que, esta píldora para adelgazar, prescrita con receta para adultos obesos o con sobrepeso, está compuesta por bupropion, que es un antidepresivo; y naltrexona, diseñado para tratar adiciones al alcohol y drogas. Por lo que el medicamento actuaría directamente sobre la bioquímica cerebral para reducir el apetito y activar el metabolismo y la quema de calorías, además de evitar el consumo por razones emocionales, según el fabricante.
Por todo ello, también la Agencia de Salud de Francia se ha mostrado en contra de aprobar este nuevo fármaco y asegura que “una pérdida de peso de unos pocos kilogramos logrados a través de la terapia con medicamentos no puede justificar por sí sola la exposición de las personas obesas o con sobrepeso a un riesgo desproporcionado de las reacciones adversas de este medicamento, sobre todo porque el peso perdido se recupera muy a menudo en cuestión de meses de la suspensión del tratamiento”.