La compañía Pfizer está en el punto de mira de Europa ante el retraso de su vacuna frente a la Covid. Y es que, las demoras en el suministro de dosis anunciados en los últimos días por la farmacéutica van a complicar y mucho la campaña de vacunación del coronavirus en Europa, en un momento en que el continente está inmerso en la tercera ola y con la amenaza que supone la cepa británica.
Pfizer, que fabrica la primera vacuna aprobada en la Unión Europea, anunció hace unos días que debía reducir su ritmo de entrega de vacunas de forma temporal durante este mes de enero y principios de febrero con el fin de adecuar sus instalaciones para aumentar su capacidad de producción. La farmacéutica insistió desde un primer momento en que esa disminución en el ritmo de entrega no menguará las dosis comprometidas con la Unión Europea en el primer trimestre.
Pero, pese a la insistiencia de la farmacéutica, el retraso está ya alterando los planes de inmunización en países como España, donde por ejemplo, la Comunidad de Madrid avanzó hace unos días que suspendía la vacunación de sanitarios de primera línea por falta de suministro.
La mayoría de países europeos ha manifestado su descontento y han instado a Pfizer a que acelere la entrega y cumplan lo pactado
Otros países como Italia ha anunciado que emprenderá acciones legales "en los próximos días" contra el laboratorio Pfizer debido a los retrasos en el suministro de las vacunas anti-covid. Italia recibió cerca del 29% menos de las vacunas la semana pasada, lo que afecta negativamente la campaña de vacunación.
ISRAEL, UNO DE LOS PAÍSES NO AFECTADOS POR EL RETRASO
Otra historia es la que está ocurriendo en otros países del mundo. Israel y Emiratos Árabes siguen muy destacados en la inmunización de su población. De hecho, en el primero de ellos hay vacunados casi un tercio de la población, cifra que en España no se espera antes de abril o mayo.
Pero lógicamente, que haya dosis de vacunas para todos los ciudadanos y que no haya demoras ni problemas con los envíos no sale gratis. Según informó la televisión pública israelí, el país invierte 39 euros por persona en la campaña de vacunación y la mayoría del suministro viene de la farmacéutica Pfizer. Como cada persona necesita dos dosis para lograr la inmunidad, Israel paga cada pinchazo a unos 19,5 euros.
Eso es casi el doble del precio que acordó la Unión Europa con Pfizer: 12 euros por dosis, según los datos que publicó una ministra belga a finales de 2020. Porque no hay datos oficiales sobre el precio de compra de ninguna vacuna contra el coronavirus.
Pero hay algo que puede ser todavía más suculento que el dinero para Pfizer: la información médica de las personas que han recibido la vacuna. Según publicó hace unos días Reuters, en el acuerdo firmado entre Israel y Pfizer está el compromiso del país en enviar un informe semanal a la farmacéutica a cambio del flujo constante de vacunas.
Lo que no queda claro es qué tipo de información se va a compartir. Algunos medios apuntan a que se trata únicamente de cifras epidemiológicas; pero la directora de Salud Pública del Ministerio de Salud de Israel, Sharon Alroy-Preis, aclaró que Pfizer también recibirá información de los que sufran efectos secundarios con la vacuna.
PROBLEMAS DE PRODUCCIÓN DE ASTRAZENECA
A todo ello, también se suman los problemas de producción que ha reconocido AstraZeneca. La farmacéutica británica comunicó el viernes a la UE que va a recortar las entregas comprometidas de su vacuna para el primer trimestre en un 60%, pasando de las 80 millones de dosis previstas hasta 31 millones.
Todo ello en vísperas de que el próximo 29 de enero la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se reúna para dar el visto bueno a la vacuna de AstraZeneca, siendo la tercera con permiso en la Unión, junto a la citada de Pfizer y la de Moderna. La UE ha encargado por adelantado a la farmacéutica británica 300 millones de dosis para sus socios con opción a otros 100 millones más.
En este sentido, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aseguró ayer que los laboratorios mantendrán el calendario inicial de entregas de vacunas en la Unión Europea a partir del 25 de enero, después de que Bruselas interviniera para que se respetaran los contratos.
"Vamos a hacer que se respeten los contratos que han sido validados por las farmacéuticas y nos comprometemos a que haya transparencia utilizando todos los medios jurídicos de los que disponemos", dijo Michel en la emisora francesa Europe 1.
Esta crisis del suministro de vacunas se produce en uno de los momentos más complicados de la pandemia, con la tercera ola golpeando duramente a Europa, que tras Estados Unidos es la segunda región del mundo más afectada por la COVID-19.