Si los esfuerzos de Pfizer por defender su fármaco Lyrica, para el dolor neuropático diabético, no dan su fruto, la farmacéutica podría enfrentar un cargo de 502 millones de libras (568 millones de euros).
Y es que, después de que un tribunal invalidara una patente en 2015, Pfizer apeló ante el Tribunal Supremo. Pero, si la compañía no sale beneficiada, el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS por sus siglas en inglés) podría trabajar para recuperar más de medio billón de libras.
El sistema de salud del gobierno gastó 502 millones de libras más de lo previsto en el medicamento entre septiembre de 2015 y julio de 2017, gasto que no se hubiera producido si Pfizer no hubiera impugnado el fallo de la patente.
El sistema de salud gastó 502 millones de libras más de lo previsto en el medicamento entre septiembre de 2015 y julio de 2017
Ahora, si el Tribunal Supremo falla en contra de Pfizer, el NHS puede solicitar el reembolso del exceso de los costes de prescripción del fármaco.
Por su parte, un portavoz de la farmacéutica cree firmemente en la validez e importancia de la segunda patente de uso médico para Lyrica. "No podemos hacer más comentarios hasta que tengamos la decisión del tribunal", ha añadido.
La patente original de Lyrica expiró en 2014 en el Reino Unido, pero en ese momento Pfizer ya tenía una patente de seguimiento que protegía su uso como analgésico. Fue entonces cuando la compañía defendió esa patente y envió una carta a los proveedores advirtiéndoles de acciones legales si prescribían medicamentos genéricos de Lyrica para tratar el dolor.
Pero en septiembre de 2015, un tribunal dictaminó que la patente de dolor de 2017 era inválida. El juez reprendió a la compañía por amenazas "infundadas" a los médicos. Desde entonces, Pfizer apeló varias veces. Ahora, los investigadores concluyen que el gobierno debería intentar recuperar el gasto excesivo si la apelación no tiene éxito.
"Durante la vida de la patente, Pfizer siempre ha dejado claro que no buscaba prevenir el uso de pregabalina genérica para tratar el trastorno de ansiedad generalizada o la epilepsia, que no están protegidos por patente", ha finalizado el portavoz de la compañía.