Con la pandemia del coronavirus fueron muchas las compañías farmacéuticas que se lanzaron a desarrollar sus propias vacunas contra el virus. Ahora, después de más de dos años de pandemia, la tecnología del ARN mensajero ha desatado una guerra de demandas por patentes entre las compañías farmacéuticas.
En los últimos meses, son varias las denuncias que se han interpuesto entre diferentes laboratorios farmacéuticos por infringir la propiedad intelectual en las vacunas contra el coronavirus.
La última ha sido la de Moderna contra Pfizer y BioNTech. La compañía estadounidense cree que el antígeno de Pfizer y BioNTech infringe las patentes que Moderna presentó entre 2010 y 2016 y que cubren su tecnología de ARN mensajero.
De acuerdo con su compromiso con el acceso global equitativo, en octubre de 2020, Moderna se comprometió a no hacer cumplir sus patentes relacionadas con Covid-19 mientras continuara la pandemia.
En los últimos meses, son varias las denuncias que se han interpuesto entre diferentes laboratorios por infringir la propiedad intelectual en las vacunas contra la Covid
Pero, en marzo de 2022, cuando la pandemia entró en una nueva fase y el suministro de vacunas ya no era una barrera de acceso en muchas partes del mundo, Moderna actualizó su compromiso. La compañía ahora se compromete a no hacer cumplir sus patentes para ninguna vacuna contra el coronavirus utilizada en 92 países de bajos y medianos ingresos. Sin embargo, Moderna sí esperaba que compañías como Pfizer y BioNTech respetaran sus derechos de propiedad intelectual.
También CureVac demandó a principios del pasado mes de julio a BioNTech y dos filiales en Alemania por violación de patentes en relación con la tecnología ARNm. Ahora ha sido Moderna quién ha cargado contra la compañía. Pero, BioNTech no ha tardado en defenderse ante estas nuevas acusaciones de plagio: "El trabajo de BioNTech es original, y nos defenderemos enérgicamente contra todas las acusaciones de infracción de patentes".
"Es un hecho desafortunado, pero bastante habitual, que otras empresas aleguen que un producto de éxito infringe potencialmente sus derechos de propiedad intelectual, más aún en este caso después de ser testigos de los logros históricos de una vacuna como la nuestra", remachan desde la compañía.
ALNYLAM ABRIÓ LA VEDA A PRINCIPIOS DE AÑO
Las de Moderna y CureVac han sido los litigios más recientes. Pero los cruces de demandas comenzaron a principios de año cuando Alnylam Pharmaceuticals, una biofarmacéutica norteamericana presentó varias demandas contra Pfizer y Moderna, en busca de daños y perjuicios por la infracción de patente en la fabricación y venta de sus vacunas mRNA contra la COVID-19.
Alnylam exigió una compensación por el uso de su tecnología de nanopartículas lipídicas (LNP) que transporta y administra terapias o vacunas basadas en ARN en el cuerpo e insistió en que "las vacunas de Pfizer y Moderna infringían su patente mediante el uso de un lípido formulado en LNP que protege y administra el ARNm de las vacunas".
Anteriormente, Arbutus Biopharma ya había demandado a Moderna. Esta demanda se produjo después de que un tribunal federal de apelaciones rechazara en diciembre la impugnación de Moderna de las patentes pertenecientes a Arbutus Biopharma. Moderna inicialmente impugnó las patentes ante la Junta de Apelaciones y Juicios de Patentes de Estados Unidos. La junta estuvo de acuerdo con Moderna en que algunas partes de una de las patentes no eran válidas, pero por lo demás estaban del lado de Arbutus.
Hace unos meses, Alnylam Pharmaceutical volvió a acusar a Pfizer y Moderna de infringir su nueva patente. En esta ocasión, la demanda alegó que los sistemas de administración de ARN mensajero de las vacunas de Pfizer y Moderna violan una patente de Alnylam sobre la tecnología de nanopartículas lipídicas (LNP) para administrar material genético en células humanas. La Oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos emitió la patente el mismo día que Alnylam presentó las quejas.
En octubre de 2020, Allele Biotechnology and Pharmaceuticals también se enfrentó a ambas compañías por supuestamente usar su proteína fluorescente mNeonGreen para probar su vacuna.