La farmacéutica estadounidense que ocupó un papel protagonista durante los meses más duros de pandemia, Pfizer, está viendo como sus ventas e ingresos han caído en picado con el paso de los meses. En concreto, durante el segundo trimestre, últimos datos disponibles, la compañía estadounidense consiguió un beneficio neto atribuido de 2.327 millones de dólares, (2.119 millones de euros), un 77% menos que en el mismo período de 2022. En el caso de la facturación, descendió un 42% con respecto a los seis primeros meses de 2022, quedándose en los 31.015 millones (28.250 millones de euros).
Esta mala racha que atraviesa Pfizer también se puede observar en el valor de sus acciones, que durante los primeros nueve meses de 2023 registraron un desplome del 41,65%, lo que se traduce en un desplome desde los 51,01 dólares (47,74 euros) a los 33,17 dólares (31,04 euros) en bolsa, influenciado por los seis meses en negativo encadenados desde marzo.
En este panorama, y tras recortar su proyección de ingresos para este 2023, la farmacéutica ha decidido tomar cartas en el asunto con una constante reducción de costes, esto implica principalmente, la reducción de su fuerza laboral en diferentes sedes. Mismamente, en lo que llevamos de noviembre, la farmacéutica ya ha anunciado tres rondas de despidos y cierres de plantas a lo largo del mundo.
Durante el segundo trimestre, últimos datos disponibles, la compañía estadounidense consiguió un beneficio neto atribuido de 2.327 millones de dólares, un 77% menos que en el mismo período de 2022
La primera de ellas, tras conocer la evidente caída de ingresos por los productos Covid, Pfizer ha decidido cerrar las instalaciones en Peapack, Nueva Jersey, a principios de 2024. Lo que implica, según el listado de la alerta de Notificación de Ajuste y Reentrenamiento de Trabajadores (WARN), un total de 791 puestos afectados, que parece que serán reubicados tanto en la sede de Nueva York como en Parsippany, Nueva Jersey.
Tan solo dos días después, la farmacéutica ha comunicado el despido de aproximadamente 200 personas en su planta de Michigan. De nuevo, muy influenciados por el desplome del interés de su Covid-19 Comirnaty y el antiviral Paxlovid.
En este caso sorprende aun más, ya que la sede situada en Kalamazoo contó con la inversión de 750 millones de dólares (700 millones de euros) para mejorar las instalaciones a finales de 2022. Un enorme desembolso de dinero que ha terminado quedando en el despido de 200 trabajadores, hasta el momento. En cuanto a los usos de la planta, además de las vacunas contra el covid-19, Pfizer también la utilizaba para fabricar el antiviral Covid oral, Paxlovid. Un gran proyecto que también se ha visto afectado por la situación actual de la compañía.
REDUCCIÓN DE COSTES GLOBAL
La campaña de ahorro de costes también ha atravesado fronteras. Tras anunciar el cierre de la planta de Nueva Jersey y el despido de 200 trabajadores en Michigan, la farmacéutica ha comunicado que rescindirá los puestos de 100 empleados en las plantas de fabricación del antiviral Paxlovid en Newbridge, Irlanda.
"Las operaciones se ampliaron en 2021 para satisfacer las necesidades de la pandemia pero, considerando la utilización inferior a la esperada de nuestros productos Covid-19, la producción ahora se está reduciendo de acuerdo con la demanda de los clientes", señaló un portavoz. Como respuesta, el Sindicato Técnico y Profesional Industrial de Servicios de Irlanda parece que planea reunirse con la empresa con la esperanza de reducir o evitar todos los despidos planteados.