El pasado 18 de mayo la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) comunicaba la presentación de una solicitud formal de autorización de comercialización para la vacuna contra la Covid-19 desarrollada por la compañía francesa de biotecnología Valneva. “La evaluación se está realizando de acuerdo con los plazos acelerados”, exponía el regulador europeo.
Desde entonces, Valneva se ha enfrentado a numerosos obstáculos que han dejado en duda que finalmente la revisión que está desarrollando la EMA vaya a culminar en la inclusión de su vacuna en la cartera europea. El pasado 26 de abril la EMA solicitaba al fabricante más datos sobre su vacuna, provocando una fuerte caída en sus acciones.
Un problema que se producía después de que Reino Unido autorizase a principios del mes de mayo el suero en su territorio, convirtiéndose en el primer país europeo en dar este paso. La vacuna también ha recibido la autorización pertinente por parte de los organismos reguladores de Emiratos Árabes Unidos (13 de mayo de 2022) y Bahréin (28 de febrero de 2022).
El Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP, por sus siglas en inglés) de la EMA solicitó más información sobre la vacuna debido a sus dudas. "Estamos decepcionados porque la EMA no haya considerado suficientes nuestras presentaciones hasta la fecha. Seguimos totalmente comprometidos y dedicados a trabajar junto con los reguladores para la aprobación de un producto", criticaba el director general de Valneva, Thomas Lingelbach.
Ante la reducción del volumen de pedidos de los Estados miembros, Valneva ha suspendido por el momento su producción de vacunas
Las trabas para Valneva continuaron y el 16 de mayo la Comisión Europea anunció su intención de rescindir el acuerdo de compra anticipada (APA, por sus siglas en inglés) para el candidato a vacuna desarrollado por Valneva (VLA2001). El APA otorga a la Comisión Europea el derecho a rescindir el contrato si el candidato a vacuna no ha recibido la autorización de comercialización por parte de la EMA antes del 30 de abril de 2022.
Según los términos del acuerdo Valneva disponía de un plazo de 30 días desde el pasado 13 de mayo para obtener la autorización de comercialización por parte de la EMA o proponer un plan alternativo. En ese momento, Valneva señaló que trabajaría con la Comisión Europea y los Estados miembros para acordar un plan de remediación y hacer que el candidato a vacuna esté disponible para aquellos Estados miembros que todavía estén interesados en adquirir dosis.
“La decisión de la Comisión Europea es lamentable, especialmente porque seguimos recibiendo mensajes de europeos que buscan una solución en una vacuna más tradicional. Hemos iniciado un diálogo con los Estados miembros que están interesados en nuestro enfoque desactivado. Valneva sigue creyendo que su vacuna candidata VLA2001 puede hacer una contribución importante a la lucha contra la Covid-19 y complementar las vacunas existentes con un enfoque de virus completo inactivado”, declaraba Lingelbach.
Tras numerosas idas y venidas, hace unos días, la Unión Europea redució de forma masiva su pedido de dosis, lo que llevó a la biotecnológica a suspender la producción.
En concreto, la Comisión Europea anunció que reducía su pedido a 1,25 millones de dosis, lejos de los 60 millones previstos en el contrato inicial, lo que supuso un duro golpe para la compañía.
Después de dos meses de postergación, la Unión Europea finalmente optaba por una "modificación del acuerdo inicial" que permite a los estados miembros comprar 1,25 millones de dosis de la vacuna.
CESE DE PRODUCCIÓN
Ante la reducción del volumen de pedidos de los Estados miembros, Valneva ha suspendido por el momento su producción de vacunas contra el Covid-19.
Valneva ha multiplicado los contratiempos durante un año. En septiembre del pasado año, el gobierno británico, que había realizado un pedido de 100 millones de dosis de vacunas, anunció la rescinsión de su contrato, una decepción para la compañía que provocó el desplome de la cotización de sus acciones.