La paradoja de Purdue Pharma: de impulsar la terrible crisis de los opioides a tratar su sobredosis

La compañía acusada de haber desencadenado la terrible crisis de los opioides que vive actualmente Estados Unidos ha decidido abrirse paso en este mercado de autoinyectores de nalmefeno con 'Zurnai'

Sede Purdue Pharma (Foto. Montaje)
Sede Purdue Pharma (Foto. Montaje)
Ander Azpiroz
13 agosto 2024 | 07:00 h

La crisis de los opioides es uno de los mayores problemas de salud pública de los últimos años en Estados Unidos. Un aumento en el abuso y la adicción de estas sustancias, provocado por una mala supervisión de las cadenas farmacéuticas y mentiras por parte de los productores, que ha desencadenado en la situación que se vive a día de hoy en lugares como Filadelfia, San Francisco o Los Ángeles. Según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS) de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), las muertes por sobredosis relacionadas con opioides aumentaron desde 49.860 en 2019 hasta las 81.806 en 2022.

Una de las compañías más señaladas en este sentido es Purdue Pharma, de la familia Sackler. Prueba de ello, desde el Congreso de Estados Unidos les acusan directamente de desempeñar un papel fundamental en la crisis de los opioides, generando así miles de millones de dólares en ganancias a través de prácticas engañosas, como la promoción de OxyContin como un medicamento seguro y eficaz a largo plazo.

Paradójicamente, Purdue Pharma, con miles de demandas relacionadas con este tema, ha recibido luz verde de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para comercializar un nuevo tratamiento de rescate en casos de sobredosis, conocida como Zurnai. El autoinyector de nalmefeno de 1,5 mg se puede utilizar tanto para las sobredosis de opioides recetados, como de opioides sintéticos como el fentanilo.

Purdue Pharma ha recibido luz verde de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos para comercializar un nuevo tratamiento de rescate en casos de sobredosis

Zuani está destinado a un uso inmediato en situaciones de emergencia, aunque la compañía advierte que no puede sustituir a la atención médica y será necesario contar con un profesional no antes posible. Además, con el objetivo de cumplir con la función de ser rápido, el autoinyector ha sido diseñado para que sea fácil de usar por cualquier persona, “desde profesionales de la salud y personal de emergencias hasta transeúntes, cuidadores y familiares”, explican desde Purdue.

Esta aprobación llega poco más de un año después de un año después de que Opvee, de Indivior, se convirtiera en el primer aerosol nasal de nalmefeno aprobado. La compañía obtuvo el agente a través de su compra de Opiant por 145 millones de dólares (132 millones de euros), un mercado que combina un gran beneficio para la salud de la sociedad y, a su vez, cuenta con un gran rendimiento económico, un negocio que no se ha querido perder Purdue Pharma.

Zurnai fue aprobado con base en estudios de seguridad y farmacocinética, además de un estudio en personas sanas que usan opioides de forma recreativa, para ver qué tan rápido funciona el producto. Aunque desde la FDA advierten sobre las consecuencias inesperadas de usar el medicamento en personas dependientes, ya que si a los pacientes con dependencia se les administra Zurnai pueden sufrir síntomas de abstinencia.

ACUERDO Y CORTE SUPREMA

Esta sorprendente aprobación llega tan solo dos meses después de que la Corte Suprema de Estados Unidos revocara un acuerdo de 6.000 millones de dólares (5.573 millones de euros) que habría protegido a Purdue Pharma de futuras demandas relacionadas con la crisis de los opioides. El veredicto del tribunal por cinco votos a favor y cuatro en contra revocó el fallo anterior que permitía a la familia dueña de la empresa, obtener inmunidad al pagar una “cantidad insuficiente” para la administración de Biden.

Esta sorprendente aprobación llega tan solo dos meses después de que la Corte Suprema de Estados Unidos revocara un acuerdo de 6.000 millones de dólares

La decisión de la Corte Suprema ha generado gran controversia, ya que, por un lado, este acuerdo hubiera sido un paso importante para compensar a las víctimas de la crisis de los opioides y proporcionar fondos para programas de prevención y tratamiento. Sin embargo, personas como el juez Brett Kavanaugh, consideran que habrían sido demasiado generosos con la familia Sackler.

Uno de los informes realizados por un comité del Congreso de Estados Unidos apunta que la compañía ha generado más de 35.000 millones de dólares (32.511 millones de euros) en ingresos desde la entrada de OxyContin en el mercado en 1996. Además, desde el organismo estadounidense recalcaron en numerosas ocasiones que Purdue Pharma había llevado a cabo “narrativas falsas sobre sus productos para alejar a los pacientes de alternativas más seguras y desviar la culpa hacia las personas que luchan contra la adicción”, explicó la excongresista Carolyn Maloney, en una audiencia del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes de 2020.

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