La compañía farmacéutica dedicada a mejorar la salud integral de las mujeres, Organon, se ha unido a la iniciativa Migraine Friendly Workplace, “Empresas amigas de la migraña”, como parte de su compromiso para aumentar la conciencia, la comprensión y el apoyo a las personas con migraña en el lugar de trabajo. Liderada por la Alianza Europea de la Migraña y Cefalea (EMHA, por sus siglas en ingles), esta iniciativa tiene como objetivo superar la falta de información en torno a la migraña que hay en los centros de trabajo, impulsar la atención y el apoyo a los empleados con migraña y promover la inclusión en el lugar de trabajo.
“La migraña es una enfermedad altamente incapacitante que afecta de forma significativa a la vida profesional de quienes la padecen”, señala Isabel Colomina, presidenta de la Asociación Española de Migraña y Cefalea. “Iniciativas como esta son esenciales para cambiar la percepción sobre la migraña en el ámbito laboral, fomentar la comprensión de esta enfermedad y, sobre todo, facilitar medidas concretas que permitan a los trabajadores con migraña desempeñar su labor en condiciones adecuadas”, añade.
“Iniciativas como esta son esenciales para cambiar la percepción sobre la migraña en el ámbito laboral"
En España se estima que cinco millones de personas sufren migraña, de los cuales el 80% son mujeres. Además, en nuestro país, como en muchas otras partes del mundo, la migraña es la primera causa de discapacidad en mujeres jóvenes. “Desde AEMICE celebramos el compromiso de Organon y animamos a más empresas a seguir este camino hacia entornos laborales más inclusivos y adaptados a la realidad de las personas con migraña”, concluye Colomina.
De este modo, Organon busca crear un entorno laboral donde sus equipos se sientan apoyados, comprendidos y seguros en relación con sus necesidades de salud, mientras desarrollan sus carreras profesionales. Su participación en la iniciativa Migraine Friendly Workplace se fundamenta en el marco de bienestar laboral ya existente en la empresa, que contempla medidas específicas para mejorar la calidad de vida de quienes padecen migraña.
“En Organon nos comprometemos con nuestra misión con hechos concretos y tangibles. Como en muchos otros de nuestros compromisos relacionados con un día a día mejor y más saludable para las mujeres, comenzamos por nosotros mismos, cuidando de nuestros equipos y de su entorno”, ha manifestado Fernando Jiménez, director de Recursos Humanos de Organon en España.
“Esta adhesión significa nuestra implicación activa en la sensibilización, difusión y educación sobre la migraña"
Entre ellas, se incluyen acuerdos de trabajo flexibles que permiten adaptar la jornada a los síntomas y necesidades de recuperación, así como la disponibilidad de espacios tranquilos en las oficinas para aliviar el malestar. Además, los empleados que experimentan ataques severos pueden acceder a bajas retribuidas adicionales, sujetas a las condiciones de cada país.
Para fomentar una mayor comprensión de la enfermedad y reducir el estigma en el ámbito laboral, la empresa apuesta por la capacitación de gerentes y equipos, promoviendo una cultura más inclusiva. Asimismo, cuenta con un Grupo de Empleados dedicado a generar un entorno acogedor para personas con diferentes tipos de discapacidades. La iniciativa también incluye foros de discusión y acceso a aplicaciones de bienestar, reforzando así el compromiso de Organon con el bienestar de sus trabajadores. “Esta adhesión significa nuestra implicación activa en la sensibilización, difusión y educación sobre la migraña, y esperamos que otras muchas compañías se sumen también al cuidado de los pacientes con esta patología en el ámbito laboral”, añade Jiménez.
La migraña es un trastorno neurológico que suele durar de 4 a 72 horas, acompañado de náuseas, vómitos y/o fotofobia (mayor sensibilidad a la luz) y fonofobia (aversión a los sonidos fuertes). Aunque un ataque de migraña tiene una alta carga debilitantepara la vida cotidiana de quien la padece, afectando a su vida familiar, social y laboral, todavía se percibe frecuentemente como una queja menor o trivial. Como resultado, su carga física, emocional, social y económica tiende a ser poco reconocida.