"El dinero pagado por los activos no fue a la empresa turca, sino más bien a sus cuentas offshore"
Concretamente, esta compañía alega que Valeant recibió dos de sus lentes de contacto para pruebas en 2011, pero que finalmente estableció que no estaba interesada en comprar la tecnología. Sin embargo, según Icon labs, la filial de Baush & Lomb en Turquía acabó adquiriéndola a través de una compañía local que la había licenciado.
La demanda además alega que se ha incumplido el contrato, ha tenido lugar un enriquecimiento injusto, una apropiación indebida de secretos comerciales, y la interferencia intencionada con las relaciones contractuales. Por otra parte, también asegura que “el dinero pagado por los activos no fue a la empresa turca, sino más bien a sus cuentas offshore.”
Por su parte, Valeant niega estas acusaciones y ha presentado una contra-demanda.
La demanda y la respuesta de la farmacéutica se producen cuando la compañía de Laval, con sede en Québec (Canadá), trabaja para recuperarse de dos años de devastadores contratiempos que han borrado el 90% de su precio de las acciones.