La compañía MSD ha dado un paso estratégico al asegurar los derechos globales del anticuerpo biespecífico PD-1xVEGF LM-299 de LaNova Medicines, mediante un pago inicial de 588 millones de dólares (556 millones de euros), según informa Reuters. Este acuerdo incluye además hasta 2.700 millones de dólares (2.554 millones de euros) adicionales en pagos por hitos relacionados con desarrollo, regulación y comercialización, demostrando la creciente importancia de esta nueva clase de medicamentos en la industria.
El interés en los anticuerpos biespecíficos PD-(L)1xVEGF se intensificó en septiembre, cuando un ensayo de Akeso y Summit Therapeutics mostró que ivonescimab superaba a Keytruda en un estudio comparativo realizado en China. Aunque el ensayo no utilizó el fármaco de referencia estándar y sus resultados tienen limitaciones, la noticia provocó una gran revuelo en la comunidad científica y farmacéutica. MSD, que generó 25.000 millones de dólares (23.651 millones de euros) con Keytruda en 2022, busca adelantarse a la posible sustitución de los inhibidores tradicionales de puntos de control por biespecíficos, asegurando así su posición en el mercado.
Este movimiento muestra el interés de MSD por explorar el potencial del mecanismo
LaNova, una compañía china relativamente joven, se ha convertido en la principal beneficiaria de esta estrategia. Recientemente, LaNova inició un ensayo clínico de fase 1 para tumores sólidos avanzados con LM-299 en China y reunió una ronda de financiación de 42 millones de dólares (39 millones de euros), ganando visibilidad en el sector. MSD ha obtenido una licencia global exclusiva para LM-299, comprometiéndose a acelerar su desarrollo con "velocidad y rigor" para no perder ventaja frente a competidores más avanzados.
La magnitud del acuerdo refleja el entusiasmo actual por los biespecíficos. Hace un año, BioNTech pagó 55 millones de dólares (52 millones de euros) por los derechos fuera de China de un anticuerpo biespecífico que ya estaba en fase 2, mientras que MSD está desembolsando más de diez veces esa cifra por un candidato en etapas iniciales. Este movimiento muestra la urgencia de MSD por explorar el potencial del mecanismo, a pesar de las preocupaciones previas sobre la toxicidad observada al combinar Keytruda con inhibidores de VEGF como Lenvima.
Jannie Oosthuizen, presidenta de MSD Human Health US, destacó durante un evento reciente de UBS que la compañía sigue monitorizando de cerca el área de los biespecíficos. Aunque planteó dudas sobre la toxicidad, también expresó interés en cómo estos medicamentos podrían diferenciarse de combinaciones previas.
Con este acuerdo, MSD reafirma su capacidad para adaptarse y competir en un entorno dinámico. Mientras Keytruda domina el mercado de los inhibidores de puntos de control, la farmacéutica ahora busca posicionarse también en la próxima generación de terapias inmunooncológicas, reforzando su estrategia para mantener su liderazgo a largo plazo.