Morris & Dickson, una de las mayores distribuidoras de medicamentos al por mayor de Estados Unidos ha acordado pagar 22 millones de dólares (19,6 millones de euros) en multas civiles para resolver los cargos del gobierno estadounidense que le acusan de no informar miles de pedidos sospechosos de la opioides hidrocodona y oxicodona.
Según ha informado Reuters, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha indicado que la empresa también gastará millones de dólares para contratar personal y supervisar la mejora para ayudar a cumplir con las regulaciones federales que exigen que los pedidos se informen correctamente.
"Reconocemos que cometimos errores", ha declarado Morris & Dickson, al tiempo que ha añadido que “el acuerdo no era una admisión de reponsabilidad”
Según el gobierno, los agentes de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) han descubierto desde enero de 2014 más de 12.000 pedidos de hidrocodona y oxicodona en farmacias minoristas que Morris y Dickson deberían haber enviado a esa agencia.
"Reconocemos que cometimos errores", ha declarado Morris & Dickson, al tiempo que ha añadido que “el acuerdo no era una admisión de reponsabilidad”. "La crisis de los opiáceos es real y aceptamos inequívocamente nuestra responsabilidad de hacer todo lo que esté bajo nuestro control como distribuidor para evitar el uso indebido, al mismo tiempo que protegemos la capacidad de los pacientes merecedores de recibir los medicamentos recetados por el médico que absolutamente necesitan", ha apostillado la compañía.