Las deliberaciones en el marco del primer juicio contra Monsanto en Estados Unidos ya han comenzado. Y es que, según el demandante, el herbicida Roundup a base de glifosate comercializado por la compañía le provocó un "cáncer terminal".
Concretamente, los jurados han empezado a deliberar sobre tres cuestiones: si los herbicidas Roundup y RangerPro, a base de glifosato son cancerígenos; si Monsanto intentó ocultar la peligrosidad de ese químico; y cuánto deberá pagar al demandante y su familia.
El demandante es Groundskeeper Dewayne Johnson, un agricultor estadounidense de 46 años que tiene un cáncer terminal y que atribuye su actual enfermedad después de rociar con Roundup durante varios años unos terrenos. Ahora exige una indemnización de 400 millones de dólares (345 millones de euros).
Según el demandante, el herbicida Roundup a base de glifosate comercializado por la compañía le provocó un cáncer terminal
Este es uno de los más de 5.000 demandantes en todo Estados Unidos que afirma que los herbicidas que contienen glifosato de Monsanto causan cáncer. Su caso, el primero en ir a juicio, comenzó en el Tribunal Superior de California de San Francisco hace unas cuatro semanas.
El abogado de Johnson, Brent Wisner, ha instado a los miembros del jurado a responsabilizar a Monsanto y castigarlos con un veredicto que "realmente cambie el mundo". Wisner ha afirmado que Monsanto sabía sobre el riesgo de cáncer de glifosato, pero decidió enterrar la información.
Por su parte, según recoge Reuters, el abogado de Monsanto, George Lombardi, ha señalado que "el mensaje de 40 años de estudios científicos es claro y este cáncer no es causado por el glifosato".
Se espera que el juicio contra Monsanto dure hasta finales de agosto. Así, si Monsanto es condenado deberá también someter sus productos a controles más estrictos, invertir en propaganda sobre sus posibles perjuicios a la salud y tal vez sacar algunos del mercado. Esto sin contar que incentivaría nuevas demandas.