Moderna VS Pfizer: La batalla legal que redefine las patentes de vacunas de ARNm

Durante este 2024 ha continuado la disputa legal entre Moderna, Pfizer y BioNTech sobre patentes de vacunas de ARNm enfrentando debates sobre innovación, obviedad y los límites del sistema de patentes en un caso clave para la industria farmacéutica

Disputa legal ARNm Moderna (Fotomontaje: ConSalud)
Disputa legal ARNm Moderna (Fotomontaje: ConSalud)
José Iborra
23 diciembre 2024 | 07:00 h
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La disputa legal entre Moderna y Pfizer, junto a su socio BioNTech, sobre las patentes de las vacunas de ARN mensajero (ARNm) contra la Covid-19 ha continuado de forma intensa a lo largo de 202. Este enfrentamiento, que comenzó en 2022, ha evolucionado hasta convertirse en un caso que pone a prueba los límites del sistema de patentes, especialmente en lo que respecta a la distinción entre innovación genuina y mejoras consideradas como naturales.

En este sentido, durante este año las acciones legales en el Reino Unido y Europa han sido especialmente relevantes. En abril, el Tribunal Superior de Londres inició audiencias para determinar si las patentes de Moderna cumplen con los estándares legales de inventiva o si representan avances obvios sobre investigaciones previas.

Pfizer y BioNTech están argumentando que las patentes de Moderna no deberían ser válidas porque consideran que los avances de Moderna en la tecnología de ARN mensajero (ARNm) no son suficientemente innovadores o disruptivos. Según los demandantes, los desarrollos de Moderna son simplemente un "paso lógico" o una evolución natural de la tecnología de ARNm que ya existía antes. Este argumento sobre la obviedad ha ganado peso tras una decisión de noviembre de 2023 de la Oficina Europea de Patentes (OEP), que invalidó una de las principales patentes de Moderna al considerar que no superaba el umbral de "altura inventiva".

"Los desarrollos de Moderna son simplemente una evolución natural de la tecnología de ARNm"

Este fallo de la OEP ha sido un punto de inflexión en la batalla legal, favoreciendo a Pfizer y BioNTech en el contexto europeo. Sin embargo, Moderna respondió anunciando su intención de apelar esta decisión. La apelación podría retrasar o complicar los procedimientos en curso, no solo en Europa, sino también en otras jurisdicciones donde los tribunales podrían considerar este fallo como un precedente. A pesar de este revés, Moderna mantiene su postura de que sus patentes representan avances disruptivos que fueron fundamentales para el desarrollo de las vacunas durante la pandemia.

En abril de 2024, el Tribunal Superior de Londres inició audiencias clave para abordar estas cuestiones. Pfizer y BioNTech, continuaron con su argumento, mientras que Moderna, por otro lado, defendió la originalidad de su enfoque.

En septiembre de este año, Pfizer y BioNTech dieron otro golpe a Moderna, tras iniciar una apelación para revocar dos patentes adicionales de Moderna, argumentando nuevamente que estas se basaban en principios ya conocidos y carecían de originalidad suficiente para justificar una protección exclusiva. Moderna, lejos de retroceder, respondió con nuevas demandas por infracción de patentes, manteniendo viva una batalla que se ha extendido a múltiples frentes legales.

Además de los contiuados golpes de la empresa estaodunidense, la compañía GSK también ha demandado a Moderna en un tribunal federal de Delaware por la presunta infracción de patentes relacionadas con las nanopartículas lipídicas utilizadas en sus vacunas Spikevax y mResvia. Estas patentes, que según GSK son esenciales para la tecnología de ARN mensajero, habrían sido desarrolladas inicialmente por Novartis y adquiridas por GSK en 2015. La empresa británica busca una compensación económica, aunque asegura estar dispuesta a licenciar sus patentes bajo términos comerciales razonables, subrayando su compromiso de no bloquear el acceso a las vacunas esenciales.

GSK afirma que Moderna realizó una infracción de patentes relacionadas con las nanopartículas lipídicas utilizadas

El impacto de estos desarrollos no se limita a los tribunales, ya que en el mercado, las implicaciones económicas y estratégicas son profundas. Las vacunas basadas en ARNm han generado miles de millones en ingresos durante la pandemia, y el resultado de esta disputa podría alterar significativamente la dinámica competitiva entre las grandes farmacéuticas.  

Además, el argumento de la obviedad en las patentes subraya un desafío fundamental para la industria farmacéutica. La cuestión de si una innovación merece o no la protección de una patente depende de la capacidad del sistema legal para diferenciar entre avances verdaderamente disruptivos y mejoras incrementales que, aunque útiles, podrían no justificar una exclusividad

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