La biotenológica Moderna ha comunicado que no planea avanzar en la vacuna contra el Zika en etapa intermedia si no recibe efectivo externo adicional, a pesar de contar financiación estadounidense. Una noticia que recoge el informe anual de la empresa publicado este mismo viernes, y que supone un duro golpe para una de las vacunas más prometedoras de su cartera.
En concreto, el trabajo de la compañía en torno a esta vacuna se remonta a 2016, cuando Moderna anunció que la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado de EE.UU, estaba proporcionando 8 millones de dólares (7,34 millones de euros) para financiar un estudio toxicológico de fase 1. Además, el mismo organismo también ofreció 117 millones de dólares (107 millones de euros) para futuros estudios de fase 2 y 3.
Este es el último ejemplo de la estrategia que está llevando a cabo Moderna para desvincularse de los productos Covid que cada vez interesan menos en el mercado
La estrategia de Moderna se dirigía a enfermedades infecciosas persistentes como el VIH, el Zika y el Ébola, prueba de ello, su director ejecutivo Stéphane Bancel mencionó específicamente el potencial de desarrollar vacunas en este ámbito tras llegar a un acuerdo con el Gobierno de la República de Kenia para establecer una planta de fabricación de ARNm en el país.
Hamilton Bennett, director senior de Acceso y Asociación a Vacunas de Moderna, mencionó esta vacuna como una parte clave de la cartera de salud global de la compañía, resaltando la importancia de las alianzas. Este es el último ejemplo de la estrategia que está llevando a cabo Moderna para desvincularse de los productos Covid que cada vez interesan menos en el mercado, una serie de continuas pérdidas que han llevado a la biotecnológica a tener que despedir a parte de su plantilla.