Con más de 350 años de historia, la compañía de ciencia y tecnología Merck tiene como objetivo fundamental contribuir al progreso humano sostenible a través de la creación, la mejora y la prolongación de la vida de las personas. Este compromiso es el que guía su día a día y el que le impulsa en el reto de investigar y desarrollar soluciones ante enfermedades con un alto impacto en la vida de las personas y en la sociedad en su conjunto.
Con esta idea siempre en mente y conscientes de que sus decisiones de hoy determinarán el legado que dejarán a las próximas generaciones, la compañía de origen alemán está muy comprometida con la Agenda 2030.
Para generar valor de forma sostenible y respetuosa, trabaja para tener un impacto positivo alineado, especialmente, con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3 (Salud y Bienestar), pero también con los ODS 5 (Igualdad de género), ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), ODS 9 (Industria, innovación e infraestructuras), ODS 12 (Producción y consumo responsables) y ODS 17 (Alianzas para lograr los objetivos).
VIDA SANA Y BIENESTAR EN TODAS LAS EDADES
En el desempeño de proporcionar una vida sana y digna para todos, Merck apunta que es de vital importancia poner el foco en enfermedades que aún causan estragos en países en vías de desarrollo y que apenas tienen cobertura en los programas de salud mundial y, por lo tanto, se encuentran desatendidas.
Como es el caso de la esquistosomiasis, una patología que, a pesar de ser desconocida en nuestro continente, está presente en 78 países y se considera aún endémica en 51 de ellos. Según los datos de la OMS, afecta aproximadamente a 240 millones de personas, y cada año provoca unos 200.000 fallecimientos.
Gracias a su colaboración con la OMS, Merck, ya ha suministrado más de 1.700 millones de comprimidos de su tratamiento, lo que ha permitido reducir la prevalencia de la enfermedad en el África subsahariana en casi un 60%
Perteneciente al grupo de Enfermedades Tropicales Desatendidas, es una enfermedad parasitaria aguda y crónica, transmitida a través de los parásitos presentes en caracoles de agua dulce. Cuenta con presencia en comunidades rurales de todo el mundo, especialmente en los países del África subsahariana, particularmente en las poblaciones agrícolas y pesqueras.
El control de este tipo de enfermedades se lleva a cabo a través de estrategias de salud pública, basadas en el tratamiento periódico a gran escala en poblaciones de riesgo. Iniciativas que han logrado curar los síntomas leves de la enfermedad y evitar, en muchos casos, que se cronifique.
Por ello, dentro de su estrategia de sostenibilidad, Merck trabaja en la lucha contra la esquistosomiasis desde 2007. Gracias a su colaboración con la OMS, ya ha suministrado más de 1.700 millones de comprimidos de su tratamiento, lo que ha permitido reducir la prevalencia de la enfermedad en el África subsahariana en casi un 60%.
Junto a esta iniciativa, cuentan también con una estrategia ante otra de las grandes patologías presentes en África, la malaria. Esta enfermedad febril aguda se transmite a través de las picaduras de mosquitos infectados y continúa causando más de 600.000 muertes en todo el mundo, según datos de 2020.
Con el objetivo de dejar atrás estas cifras, Merck propone aumentar la investigación mediante el aumento en la inversión en el desarrollo de nuevos medicamentos que consigan controlar la incidencia. La directora médico de Merck en España, la doctora Isabel Sánchez Magro, apunta que la compañía cuenta con en su pipeline con un tratamiento pediátrico para tratar la esquistosomiasis en niños de tres meses a seis años. “Ya ha completado el programa de desarrollo clínico y ahora se encuentra en fase regulatoria, lo cual abre la puerta a un futuro mejor a millones de niños afectados por esta patología que aún no podían ser tratados”, explica.
El negocio de Merck gira en torno a seguir atendiendo a aquellas personas que se encuentran más desprotegidas y más necesitadas de atención médica
Por otro lado, la compañía alemana investiga y pone a disposición soluciones frente a otras patologías con baja prevalencia en la sociedad y para las que no existía una alternativa. Como es el caso del carcinoma de células de Merkel, un tipo raro de cáncer de piel, más agresivo que el melanoma, que afecta a una de cada 322.600 personas, o el cáncer de pulmón no microcrítico (CPNM), avanzando con alteraciones que producen la omisión del exón 14 del gen MET (METex14), con una prevalencia de tan solo el 3% de los pacientes con CPNM
En definitiva, el negocio de Merck gira en torno a seguir atendiendo a aquellas personas que se encuentran más desprotegidas y más necesitadas de atención médica. Un objetivo que, como compañía que cuida de la salud de las personas, se centra en progresar de forma sostenible y “sin dejar a nadie atrás”.
Esta y otras tribunas empresariales han sido publicadas en el Anuario ConSalud 2023