La empresa farmacéutica Merck ha inaugurado oficialmente su nueva instalación de pruebas de bioseguridad en Rockville, Maryland, con una inversión significativa de 290 millones de euros. Esta instalación se erige como un componente fundamental en el desarrollo y la comercialización de fármacos, tanto en modalidades tradicionales como en novedosas, y está diseñada para satisfacer la creciente demanda global de servicios de pruebas de bioseguridad y desarrollo analítico, que se espera crezca a un ritmo de dos dígitos en los próximos años.
Con este proyecto, la compañía podrá reunir laboratorios que actualmente están distribuidos en cuatro edificios diferentes, fomentando una mayor colaboración entre los científicos y facilitando un aumento en los niveles de automatización y digitalización. “Esta expansión es la mayor inversión en pruebas por contrato en la historia de Merck y nos permitirá impulsar la automatización y el desarrollo tecnológico en un centro integrado,” afirmó Benjamin Hein, director de Life Science Services de la división Life Science de Merck.
"Esta expansión es la mayor inversión en pruebas por contrato en la historia de Merck"
La instalación contará con capacidades avanzadas de prueba, incluido un paquete de métodos rápidos diseñados específicamente para acelerar las pruebas de virus en material de cosecha a granel. Este paquete es pionero en incluir el panel Blazar CHO Animal Origin Free (AOF), un método molecular innovador destinado a detectar familias de virus. Al combinar este panel con ensayos para la detección de micoplasma, esterilidad y partículas similares a retrovirus, Merck promete obtener resultados de pruebas en solo 14 días, un tiempo considerablemente inferior al estándar de 35 días que requieren los métodos de ensayo tradicionales.
“Esto refleja nuestro compromiso de brindarles a nuestros clientes plataformas disruptivas que acorten los plazos de las pruebas de bioseguridad, satisfagan la creciente demanda mundial y garanticen la seguridad de los medicamentos de todo el mundo para los pacientes”, añade Hein.
Además de la nueva instalación, Merck ha realizado importantes inversiones durante los últimos cinco años para ampliar sus capacidades de pruebas de bioseguridad en beneficio de sus clientes a nivel global. La red internacional de pruebas de bioseguridad de la empresa incluye plantas en ubicaciones estratégicas como Shanghái (China), Singapur, Stirling y Glasgow (Reino Unido) y Rockville (Maryland, EE. UU.). Estas instalaciones trabajan en conjunto para ofrecer una amplia cartera de pruebas multimodales, que incluyen plataformas innovadoras que reducen los plazos de las pruebas de bioseguridad y garantizan los más altos estándares de calidad.