La distribuidora de medicamentos McKesson, que ya pagó multas federales por controles laxos sobre los opiáceos en su cadena de suministro, ahora ha sido personalmente criticada por el comisionado de la FDA, Scott Gottlieb, por fallos descubiertos recientemente.
Concretamente, en una carta de advertencia publicada por la FDA, Gottlieb ha indicado que McKesson no investigó suficientemente los informes de manipulación en las botellas que se suponía que contenían opiáceos y que contenían naproxeno de venta libre.
La FDA apuntó que la compañía no tenía los registros necesarios en algunos casos para rastrear todos los medicamentos potencialmente afectados
Gottlieb ha insistido en que McKesson no hizo un esfuerzo por identificar o "poner en cuarentena productos ilegítimos adicionales que aún podrían haber estado en sus instalaciones de distribución". Según el comisionado de la FDA, tampoco alertó a otras farmacias.
Por su parte, la compañía ha dicho que "se toma esta situación muy en serio" y que ha estado en contacto con la FDA durante varios meses por sus preocupaciones.
Esta no es la primera vez que McKesson se ve ante esta situación. En 2017, la distribuidora de medicamentos pagó una multa de 150 millones de dólares (133 millones de euros) por no informar sobre los pedidos sospechosos de opiáceos
Además de los desvíos de opiáceos, la carta de advertencia presenta problemas similares con el VIH, las convulsiones, el trastorno bipolar y los medicamentos para la presión arterial alta.
De hecho, la FDA apuntó que la compañía no tenía los registros necesarios en algunos casos para rastrear todos los medicamentos potencialmente afectados y no investigó cuidadosamente los medicamentos con los mismos números de lote, por lo que cualquier "producto ilegítimo en su cadena de suministro podría ser eliminado”.