La Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó en mayo de 2023 a la tecnológica fundada por Elon Musk, Neuralink, a realizar sus primeros ensayos en humanos para comprobar la seguridad de su chip cerebral. Ocho meses después, la compañía anunció que había implantado el primer dispositivo a Noland Arbaugh, un paciente de 29 años que quedó tetrapléjico tras un accidente de buceo.
La operación se realizó mediante anestesia local y se le realizó una incisión mínima en el cuero cabelludo para acceder al cráneo. Posteriormente, un neurocirujano especializado utilizó un robot para insertar cuidadosamente el chip en el área cerebral planificada y, lograr así, que los diminutos electrodos del chip se conectaran a las neuronas necesarias para permitir la comunicación entre el chip y el tejido cerebral.
Tras superar el periodo de rehabilitación, el paciente de 29 años no tardó en registrar los primeros hitos en el manejo de dispositivos a través de sus pensamientos. Arbaugh apareció en numerosos videos de la compañía demostrando que el primer chip cerebral implantado en un humano le permitía mover el cursor del ordenador e incluso poder jugar al ajedrez.
La compañía insertó el primer dispositivo a Noland Arbaugh, un paciente de 29 años que quedó tetrapléjico tras un accidente de buceo
Aunque parecía que todas las acusaciones de la FDA y las dudas sobre este proyecto había desaparecido durante el 2024, a mediados de mayo Neuralink comunicó que estaban registrando una serie de fallos con los cables de conexión. En concreto, los electrodos perdidos habían provocado una caída en la velocidad máxima de la circulación de los datos del chip cerebral, lo que desencadena menos señales neuronales y, por lo tanto, menos bits digitales por segundo utilizados para operar con precisión el cursor.
Un paso hacia atrás que parece que desde la compañía ya se podían imaginar hace unos meses: cinco trabajadores de la compañía aseguraron, tras salir a la luz los errores del chip, que ellos ya conocían la posibilidad de que el dispositivo fallase, sin embargo, decidieron ocultarlo y no recurrir a un rediseño. Además, explicaron que esta decisión se había basado en que se trataba de un peligro muy pequeño y decidieron tomar ese riesgo, aunque también confirmaron que tenían miedo de que la FDA paralizase el proyecto.
Un mes y medio después, los altos cargos de Neuralink emitieron un directo en X, propiedad del multimillonario, que también se encontraba en la retransmisión, para comunicar que Noland Arbaugh se encontraba estable y las conexiones del chip habían vuelto a funcionar. "Una vez que se realiza la cirugía cerebral, lleva algún tiempo para que los tejidos entren y fijen los hilos en su lugar, y una vez que eso sucede, todo queda estable", señaló el ejecutivo y cofundador de Neuralink, Dongjin "DJ" Seo.
Cinco trabajadores de la compañía aseguraron, tras salir a la luz los errores del chip, que ellos ya conocían la posibilidad de que el dispositivo fallase, sin embargo, decidieron ocultarlo y no recurrir a un rediseño
La FDA aprobó hace unos meses que Neuralink implante el chip en un segundo paciente. De cara al futuro, la compañía se dedicará a la búsqueda de un paciente óptimo para implementar este chip. Aunque desde la compañía han apuntado que los cables se implantarán más profundamente en el cerebro para evitar que se desconecten.
Un paso muy importante para Neuralink en la carrera de la neurotecnología, ya que Synchron, principal rival de la compañía de Musk, ha recibido el interés de alrededor de 120 centros de ensayos clínicos para ayudar a ejecutar el estudio. En este sentido, diferentes universidades cómo Mount Sinai en Nueva York, la Universidad de Neurocirugía de Buffalo y el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh (UPMC) están colaborando en el estudio preliminar. Synchron ha subrayado que espera involucrar a estos centros en el ensayo más amplio.
En cuanto a la tecnología de Synchron, tiene diferencias notables con la de la startup de Elon Musk, ya que se implanta en el cerebro a través de la vena que se encuentra junto a la corteza motora del cerebro en lugar de acceder quirúrgicamente en la corteza cerebral. Synchron, entre cuyos inversores se encuentran los multimillonarios Jeff Bezos y Bill Gates, compiten con Neuralink en los dispositivos de interfaz cerebro-computadora, sin embargo, ninguna ha recibido todavía la autorización de comercialización.