La decisión de Lonza de trasladar el trabajo de terapia celular de su planta de Walkersville (Estados Unidos) pasará factura a un total de 125 empleados.
Según ha informado FiercePharma, el pasado año la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) golpeó la planta con una carta de advertencia.
Ahora, la farmacéutica concentrará su trabajo de terapia genética y celular en centros de excelencia. Concretamente, sus plantas en Pearland, Texas, Geleen y Maastricht se encargarán del desarrollo analítico y de procesos, así como del suministro clínico y comercial, mientras que los sitios en Portsmouth, New Hampshire y Singapur se encargarán de la fabricación clínica y comercial.
El traslado afectará a cerca de 125 empleados de los 550 empleos de la planta
Por su parte, su planta estadounidense trabajará en soluciones de biociencia proporcionando soluciones de medios personalizadas y listas para usar.
Según ha explicado John Mosack, director senior de Lonza, el traslado afectará a cerca de 125 empleados de los 550 empleos de la planta. No obstante, “la compañía espera mantener a algunos de esos empleados mientras expande su otro trabajo”.
Asimismo, la farmacéutica también está sopesando si algunos de los que perderán los trabajos podrían transferirse a otros sitios de Lonza.
La carta de advertencia de la FDA se emitió el año pasado después de que Lonza suspendiera parte de la producción debido a problemas de esterilidad con un producto de terapia celular que estaba produciendo para un cliente.