Lonza ha acelerado la finalización de dos líneas de producción comerciales para la vacuna de prueba para la Covid-19 de Moderna para que la fabricación pueda comenzar entre cuatro y seis semanas antes de lo planeado si el proyecto tiene éxito.
Lonza, que espera fabricar lotes más pequeños de ingredientes activos para la vacuna experimental de la compañía estadounidense de biotecnología en julio, ahora apunta a terminar una línea de producción comercial en Portsmouth, en Inglaterra, un mes antes de su objetivo original de diciembre de 2020, ha informado Reuters.
Lonza espera estar listo para preparar rápidamente los ingredientes de la vacuna, en caso de que el candidato de Moderna pase a los reguladores
Moderna, que alistó a Lonza en mayo en un contrato de fabricación de 10 años, está compitiendo con más de 100 proyectos de vacunas, y la semana pasada dosificó a los participantes iniciales en un estudio de 600 pacientes.
Con plazos acelerados, Lonza espera estar listo para preparar rápidamente los ingredientes de la vacuna, en caso de que el candidato de Moderna pase a los reguladores.
La vacuna de Moderna se basa en la llamada tecnología de ARN mensajero (ARNm), que instruye a las células humanas a producir proteínas específicas de coronavirus que producen una respuesta inmune.