Los empleados de la compañía Eli Lilly han acusado a un ejecutivo de la farmacéutica de alterar los documentos requeridos por la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) para restar importancia a los “serios” problemas de control de calidad que se están sucediendo en su planta de Estados Unidos que produce el tratamiento COVID-19.
Según ha informado Reuters, la denuncia afirma que el ejecutivo, un funcionario de alta calidad en la fábrica de la compañía en Branchburg (Nueva Jersey), reescribió los hallazgos de los expertos técnicos de Lilly en la planta, que ha sido investigada por la FDA, para que las conclusiones fueran favorables a la empresa.
Concretamente, los hallazgos involucraron la producción de medicamentos, incluida la terapia COVID-19 de Lilly, cuyo uso en Estados Unidos está financiado por el gobierno federal. El tratamiento con anticuerpos contra el coronavirus, bamlanivimab, ha sido autorizado por la FDA para uso de emergencia en combinación con un segundo fármaco de Lilly para infecciones leves a moderadas en personas con alto riesgo de enfermedad grave.
La planta de Branchburg no envía lotes del medicamento COVID-19, bamlanivimab, hace casi dos meses
Por otro lado, los inspectores de la FDA en marzo identificaron numerosos fallos de fabricación en una segunda instalación de Lilly en Indianápolis que embotella la terapia COVID-19 y otros medicamentos. Los problemas incluían procedimientos de saneamiento y control de calidad deficientes.
Los problemas en las dos fábricas, junto con una sucesión de quejas internas en los últimos años, profundizan los problemas regulatorios, de producción y de liderazgo que enfrenta Lilly.
Además de las investigaciones de la FDA, el director financiero de la compañía renunció el pasado mes de febrero por lo que la compañía llamó "comunicaciones personales inapropiadas" con un empleado.
Por su parte, Lilly ha asegurado a Reuters que ha presentado una respuesta a la FDA sobre su reciente inspección de la planta de Indianápolis, insistiendo en que ninguno de los problemas identificados por la FDA en las plantas ha afectado la calidad de los productos lanzados al mercado.
Sin embargo, en medio de los crecientes problemas de fabricación, la planta de Branchburg no envía nuevos lotes del medicamento COVID-19, bamlanivimab, hace casi dos meses.
Por el momento, Lilly no ha comentado nada al respecto, aunque la compañía ha asegurado que espera cumplir con sus compromisos de producción para el tratamiento contra el coronavirus.