Pese a la preocupación e incertidumbre del sector ante un acuerdo de Brexit lejano, la industria biotecnológica británica ha recaudado mil millones de libras en los primeros ocho meses de este año, superando los 1.200 millones de libras (1.349,4 millones de euros) alcanzados en 2017.
Concretamente, este aumento se ha visto impulsado por los recientes cambios en los incentivos fiscales al capital de riesgo, así como por el entusiasmo de los inversores mundiales por el descubrimiento de medicamentos que emanan de los laboratorios de biotecnología.
Según los datos publicados por BIA e Informa Pharma Intelligence, el capital de riesgo representó 927 millones de libras (1.041,9 millones de euros) en el recuento de este año, con ofertas públicas iniciales (OPI) que suman 228 millones.
Este aumento se ha visto impulsado por los recientes cambios en los incentivos fiscales al capital de riesgo
Las grandes rondas de inversiones incluyeron 115 millones de libras (129,2 millones de euros) recaudadas para Orchard Therapeutics, que compró los medicamentos para la terapia génica de enfermedades raras de GlaxoSmithKline (GSK), mientras que el especialista en terapia celular Autolus acumuló 132 millones de libras (148,3 millones de euros) en una oferta pública inicial de Nasdaq.
La decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea es una preocupación para el sector, dada la incertidumbre sobre la futura regulación de medicamentos.
De hecho, hace unos días, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) revisó el número de medicamentos autorizados centralmente (CAP) que, según los conocimientos actuales, existen inquietudes sobre las interrupciones del suministro como consecuencia del Brexit.
Así, tras la revisión se consideró que 108 medicamentos se podrían encontrar en riesgo de escasez de suministro una vez que el Reino Unido abandone la Unión Europea el 29 de marzo de 2019.