El escándalo de las vacunas en china podría remontarse a 2014. Y es que, según ha informado la agencia estatal de noticias Xinhua, la investigación de las autoridades chinas a la farmacéutica Changsheng Biotech, protagonista del gran escándalo por supuesta adulteración de sus vacunas liofilizadas contra la rabia en humanos, ha confirmado que la compañía comenzó a falsificar datos sobre estos productos en abril de 2014.
La investigación conducida por un equipo del Consejo de Estado ha determinado que, con el fin de reducir costes y mejorar la producción, la firma usó fluido ya caducado en la elaboración de algunos de sus productos, falsificó datos de fabricación y condujo tests irregulares, entre otras prácticas ilegales.
La compañía china usó fluido ya caducado en la elaboración de algunos de sus productos, falsificó datos de fabricación y condujo tests irregulares
Además, los responsables de la firma, en la que dieciséis directivos han sido detenidos, entre ellos Gao Junfang, presidenta de la farmacéutica china, intentaron destruir 60 discos duros con datos de la empresa para eliminar evidencias, aunque la policía los pudo recuperar. Se estima que la compañía china falseó los datos en 113.000 vacunas.
Por todo ello, el mes pasado las autoridades chinas llevaron a cabo amplios controles sobre fabricantes de vacunas en todo el país con el fin de detener la indignación pública que se desató después de que se descubriera que Changsheng había falsificado datos de la vacuna.