La compañía española de dermocosmética ISDIN ha presentado una demanda ante el Tribunal de Distrito de Hildesheim (Alemania) contra el laboratorio Institute Dr. Schrader, encargado de realizar las pruebas técnicas utilizadas por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en su comparativa de productos solares publicada en marzo de 2024. La empresa alega deficiencias metodológicas en los análisis que cuestionaban el nivel de protección UVA de su fotoprotector ISDIN Fusion Water Magic SPF 50.
Según informan medios financieros alemanes como Finanznachrichten, ISDIN ha solicitado una compensación por daños y perjuicios, así como una orden judicial de cese y desistimiento contra el instituto alemán, cuyo consejero delegado es Joep Bruins. La compañía considera que los resultados de dichas pruebas, además de afectar a su reputación comercial, se basan en un procedimiento deficiente que no cumple con los estándares adecuados de evaluación científica.
La ofensiva legal en Alemania se suma a la demanda que la firma española ya interpuso en España contra la propia OCU. Esta causa, admitida a trámite en enero de 2025, se basa en acusaciones de competencia desleal y presunta difusión de estudios engañosos y denigratorios. En concreto, ISDIN pone el foco en la publicación de un análisis comparativo que calificaba de insuficiente la protección UVA de su producto estrella, algo que la compañía desmiente categóricamente.
"El estudio de la OCU presenta múltiples irregularidades y no refleja el rigor científico que exige este tipo de pruebas”
“El estudio de la OCU presenta múltiples irregularidades y no refleja el rigor científico que exige este tipo de pruebas”, han afirmado desde la compañía, que insiste en su compromiso con la transparencia, la seguridad y la eficacia de sus productos, respaldados por “ensayos clínicos independientes y certificados internacionales”.
Desde ISDIN recalcan que sus iniciativas legales buscan salvaguardar tanto la confianza de los consumidores como el prestigio de la marca, que se ha visto afectado por la difusión de lo que consideran información “sesgada e imprecisa” en varios medios de comunicación tras la publicación del informe de la OCU y su réplica en Francia por la organización Que Choisir.
La decisión de escalar el conflicto a la vía judicial internacional responde, según fuentes de la compañía, a la necesidad de exigir responsabilidades a todas las partes implicadas en la cadena de elaboración, validación y difusión de unos estudios que, desde su perspectiva, no solo carecen de fundamento, sino que también pueden inducir a error al consumidor final.
ISDIN, que comercializa sus productos en más de 40 países, espera que la justicia alemana valore de forma imparcial las pruebas que se aporten en el proceso y sirva para esclarecer lo ocurrido. Mientras tanto, la compañía continuará con su estrategia de defensa legal tanto en España como a nivel internacional.