Inversión, colaboración y educación: ¿Cómo las farmacéuticas pueden reducir la adicción a opioides?

Las empresas farmacéuticas pueden ayudar a reducir la adicción a los opioides invirtiendo en tratamientos no opioides, apoyando medidas de reducción de daños como la naloxona, colaborando con gobiernos

Adicción a los opioides (Foto: Microsoft IA)
Adicción a los opioides (Foto: Microsoft IA)
23 octubre 2024 | 07:00 h
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El mercado de los opioides ha evolucionado desde ser una herramienta médica revolucionaria hasta convertirse en uno de los mayores desafíos de salud pública en la actualidad. En su origen, los opioides eran considerados como una "droga milagrosa" que permitía aliviar el dolor de manera efectiva. Sin embargo, su alto potencial adictivo y los efectos devastadores en la vida de quienes los consumen han convertido a estas sustancias en el centro de una crisis mundial.  

El consumo de opioides ha escalado hasta convertirse en una de las principales causas de muerte por sobredosis en muchos países, en especial en Estados Unidos, donde desde finales de los años 90 más de 560.000 personas han muerto por causas relacionadas con el abuso de estas sustancias. La raíz de esta crisis se encuentra en la prescripción desenfrenada de opioides como tratamiento para el dolor crónico.

En la década de 1990, la industria farmacéutica, con empresas como Purdue Pharma a la cabeza, impulsó el uso de opioides como OxyContin, minimizando los riesgos de adicción. Esta estrategia llevó a un aumento masivo en las prescripciones y, con ello, a una crisis de adicción y sobredosis. Los opioides sintéticos como el fentanilo agravaron la situación, siendo responsables de decenas de miles de muertes en los últimos años. Según las previsiones, en 2023, el fentanilo fue responsable de más de 74.000 muertes en los Estados Unidos, lo que evidencia la magnitud del problema.

El mercado global de adicción a los opioides alcanzó los 2.218 millones de euros en 2023

Frente a este panorama devastador, el mercado de tratamientos para la adicción a los opioides ha mostrado un crecimiento constante y se espera que continúe expandiéndose. Según proyecciones recientes, se estima que el mercado global de adicción a los opioides alcanzó los 2.400 millones de dólares (2.218 millones de euros) en 2033. Este crecimiento se verá impulsado no solo por el aumento en la prevalencia de la adicción, sino también por la introducción de nuevos tratamientos y productos que buscan abordar tanto la adicción como las complicaciones asociadas.

El tratamiento estándar para el trastorno por consumo de opioides (OUD, por sus siglas en inglés) incluye terapias asistidas con medicamentos, como la metadona y la buprenorfina. Estos medicamentos son opioides sintéticos que, al actuar como agonistas de los receptores opioides, ayudan a controlar los síntomas de abstinencia sin producir el mismo nivel de euforia que los opioides tradicionales. Sin embargo, tienen su propio riesgo de abuso, por ello, las empresas farmacéuticas deben invertir en innovación con el objetivo de terminar con la búsqueda constante de alternativas no opioides que puedan ser igual de efectivas sin los riesgos inherentes al uso de opioides​.

Uno de los principales retos a los que se enfrenta el tratamiento del OUD es la falta de tratamientos no opioides efectivos que puedan reemplazar a los actuales. A lo largo de los últimos años, han surgido nuevas alternativas en fase de desarrollo que buscan cambiar este paradigma como cannabidiol y el mazindol. Sin embargo, a pesar del desarrollo de estas nuevas opciones, aún no se han convertido en tratamientos de primera línea, lo que deja una necesidad insatisfecha de alternativas no opioides.

A corto plazo, una de las maneras más efectivas en que las farmacéuticas pueden contribuir a la lucha contra la adicción es apoyando e implementando medidas de reducción de daños. En particular, la distribución de naloxona, un antagonista de los receptores opioides, ha demostrado ser fundamental para revertir los efectos de una sobredosis de opioides. Esta estrategia permite bloquea los efectos de los opioides y puede salvar vidas cuando se administra de manera oportuna.

Las farmacéuticas pueden contribuir a la lucha contra la adicción implementando medidas de reducción de daños

Las empresas farmacéuticas pueden desempeñar un papel clave en la producción a gran escala de naloxona y en garantizar que esté disponible en farmacias, hospitales, escuelas e incluso hogares. Al facilitar su acceso, las farmacéuticas ayudarían a prevenir miles de muertes relacionadas con opioides, dando a las personas afectadas por la adicción una segunda oportunidad para recibir tratamiento y apoyo.

 Además, la colaboración gubernamental se posiciona como un factor clave. Las compañías farmacéuticas también tienen la oportunidad de colaborar estrechamente con los gobiernos y las organizaciones de salud para diseñar políticas públicas que aborden eficazmente la crisis de los opioides. Una de las áreas más importantes en esta colaboración es el establecimiento de normas regulatorias que aceleren el proceso de aprobación de tratamientos innovadores para el OUD y el manejo del dolor. Las terapias actuales pueden tardar años en ser aprobadas por los organismos reguladores, lo que retrasa su disponibilidad para los pacientes.

Finalmente, las empresas deben asumir un rol activo en la educación del público y de los profesionales de la salud sobre los riesgos de los opioides y las alternativas disponibles. Históricamente, la falta de información clara sobre los peligros de estos medicamentos ha sido una de las causas del aumento en las tasas de adicción. Hoy en día, las farmacéuticas tienen la responsabilidad de garantizar que tanto los médicos como los pacientes comprendan los riesgos asociados con los opioides y conozcan las alternativas que existen para el manejo del dolor y el tratamiento de la adicción.

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