La resistencia a los antibióticos (RAM) es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial. Desde el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), apuntan que las infecciones causadas por bacterias resistentes a los antibióticos provocan la muerte de más de 30.000 europeos al año, una cifra que asciende hasta las 700.000 personas en el mundo. Ante esta situación, los profesionales indican como solucione: utilizar menos y mejor los antibióticos que ya se comercializan y hacer mucho más atractiva la investigación de nuevos.
Tras la pandemia de Covid-19 se ha podido analizar el liderazgo de la industria farmacéutica para proporcionar a la sociedad las vacunas que han permitido afrontar esta crisis. A pesar de ello, el aumento en el precio de la electricidad ha entorpecido el desarrollo de nuevos medicamentos.
"Deben buscar nuevos modelos económicos que permitan generar incentivos financieros sostenibles para los laboratorios que están trabajando en el desarrollo de estos medicamentos”
Ante el creciente reto que está suponiendo la RAM y la dificultad de abordar la I+D en este campo, las instituciones europeas y la industria farmacéutica innovadora están trabajando para encontrar soluciones. En esta misma línea, una nueva investigación realizada por la consultora Charles Rives Associates, publicada por la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (Efpia), podría ofrecer una solución permanente para incentivar la investigación y el desarrollo de nuevos antibióticos en la UE. Más concretamente, analiza la fórmula de la Extensión de la Exclusividad Transferible (EET), que es un incentivo gracias al cual la compañía biofarmacéutica que investiga y desarrolla un nuevo antimicrobiano recibe un cupón o autorización para extender la exclusividad de comercialización de uno de sus productos en otras áreas.
“El reto fundamental consiste, pues, en superar la citada paradoja de que, por razones sanitarias, cada nuevo antibiótico va a ser escasamente utilizado, y por eso se deben buscar nuevos modelos económicos que permitan generar incentivos financieros sostenibles para los laboratorios que están trabajando en el desarrollo de estos medicamentos”, afirma Emili Esteve, director del Departamento Técnico de Farmaindustria.
El análisis de costes y beneficios de la medida demuestra los beneficios potenciales (clínicos y económicos) y disipa los temores de que la medida resulte costosa para los Estados miembro. De hecho, muestran que generaría cientos de millones de euros de ahorro para los países de manera individual y proporciona una solución sostenible a largo plazo para revitalizar la cartera de antibióticos.
"Debemos dar con soluciones modernas e imaginativas que, también con la colaboración de las instituciones públicas, nos permitan avanzar en este camino”
Los autores del informe señalan que la EET puede implementarse a través de legislación de la UE, no requiere financiación anticipada de los gobiernos y es independiente de la situación económica y los cambios políticos en los Estados miembro, abordaría el fracaso del marco actual, apoyaría a todas las compañías farmacéuticas con independencia de su tamaño y respeta un uso prudente de los antibióticos.
“Esta iniciativa demuestra el compromiso de los laboratorios innovadores con el desafío de impulsar la investigación en áreas no rentables. Debemos dar con soluciones modernas e imaginativas que, también con la colaboración de las instituciones públicas, nos permitan avanzar en este camino”, concluye Esteve.