La pandemia ha supuesto un antes y después en el sector sanitario, una situación tan dura e inesperada como la aparición de la Covid-19 provocó que la sociedad se tuviese que ir adaptando sobre la marcha. Una de las únicas ventajas que han dejado estos años ha sido la experiencia adquirida en múltiples ámbitos y concretamente en la preparación ante nuevas amenazas pandémicas.
El panorama actual, tres años después del inicio de la pandemia y un virus debilitado gracias a las vacunas, supone un gran escenario para pensar en el futuro. Así lo ha hecho la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica (Ifpma) que ha señalado una serie de cuestiones que considera decisivas para desarrollar políticas preventivas de forma más rápida y eficaz y lograr una mayor equidad sanitaria desde el comienzo de futuras pandemias.
La primera de ellas se trata de la creación de un ecosistema de innovación próspero que permita garantizar un acceso rápido, seguro y sin trabas a los agentes patógenos y su información genética. Según apuntan desde Ifpma los incentivos a la propiedad industrial son fundamentales para conseguir este entorno innovador, ya que proporcionan el marco necesario para realizar inversiones de riesgo antes de la próxima pandemia.
La patronal ve prioritario apoyar los esfuerzos actuales de inversión en capacidades clave del sistema sanitario para la prevención, preparación y respuesta efectiva de futuras pandemias
En línea con esta, se encuentra la segunda recomendación de la industria farmacéutica, fomentar el acceso equitativo a la innovación a través de un contrato social que asegure una asignación para la producción de vacunas y tratamiento a poblaciones prioritarias en los países con rentas bajas.
“Disponer de un entorno favorable para atraer inversiones sostenibles y una demanda previsible será fundamental para mantener la capacidad existente e introducir una nueva en otras regiones”, indican desde Ifpma en relación a la tercera prioridad, la sostenibilidad de la producción global. Además, señalan la protección solida de la propiedad industrial como requisito para que funcionen de manera óptima las otras peticiones y en definitiva, crear una base de producción duradera y económicamente viable de productos seguros, efectivos y de calidad.
Vista ya la producción, se detienen en la necesidad de promover un entorno comercial que contribuya a la seguridad sanitaria mundial. Señalan que a través de la apertura de las fronteras y la eliminación de las restricciones comerciales se terminaría el nacionalismo de las vacunas. Por último, y como resumen general de las prioridades, la patronal ve prioritario apoyar los esfuerzos actuales de inversión en capacidades clave del sistema sanitario. Como pueden ser los calendarios de inmunización a lo largo de la vida, la mejora en la vigilancia de enfermedades y el acceso a los servicios sanitarios esenciales que contribuyen a que la cobertura sanitaria universal sea un pilar fundamental para la prevención, preparación y respuesta efectiva de futuras pandemias.