GSK demanda a Moderna por violación de patentes relacionadas con vacunas de ARNm

La compañía farmacéutica británica alega que sus nanopartículas lipídicas son clave para las vacunas de Moderna, y busca compensación económica por el uso no autorizado de su tecnología

GSK demanda a Moderna (Fotomontaje: ConSalud)
GSK demanda a Moderna (Fotomontaje: ConSalud)
16 octubre 2024 | 11:00 h
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La farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK) ha iniciado una demanda contra Moderna en un tribunal federal de Delaware, acusándola de infringir varias de sus patentes relacionadas con la tecnología de ARN mensajero (ARNm). Esta tecnología, que ha sido fundamental en el desarrollo de su vacuna contra el Covid-19 de Moderna, Spikevax, así como en su vacuna contra el virus respiratorio sincitial (VRS), mResvia, estaría protegida por una serie de patentes que GSK sostiene haber desarrollado.

En su acusación, la compañía británica alega que las nanopartículas lipídicas utilizadas por Moderna para encapsular y transportar el ARNm dentro del cuerpo humano infringen patentes de su propiedad que cubren innovaciones en este tipo de tecnología. El litigio es crucial debido al contexto en el que se produce. Las nanopartículas lipídicas son un componente crucial para las vacunas de ARNm, ya que permiten proteger el ARNm, que es altamente frágil, y asegurar que llegue a las células del cuerpo donde puede producir la proteína que desencadena la respuesta inmune.

GSK alega que las nanopartículas lipídicas utilizadas por Moderna no infringen patentes de su propiedad

Las patentes en cuestión fueron desarrolladas en 2008 por un equipo de investigación dirigido por el inmunólogo Christian Mandl, mucho antes de que comenzara la pandemia de Covid-19. Según afirma GSK a Reuters, estas innovaciones no solo permiten la administración eficaz de ARNm, sino que también son fundamentales para el rápido desarrollo y la adaptación de las vacunas.

Esta no es la primera vez que GSK presenta una demanda por infringir esta patente. En abril de este mismo año, la compañía británica ha interpuesto una demanda similar contra la compañía Pfizer y su socio BioNTech, alegando que la vacuna Comirnaty también infringía estas mismas patentes. En esta nueva demanda contra Moderna, GSK busca una compensación económica por las supuestas infracciones, aunque el monto específico no ha sido detallado. Un portavoz de Moderna ha respondido a la demanda, afirmando que la empresa está al tanto del litigio y que tiene la intención de defenderse de las acusaciones.

El trasfondo de la demanda se centra en la tecnología de ARNm, que ha revolucionado el campo de las vacunas. GSK ha argumentado que las patentes que ahora están en disputa representan la base de la plataforma tecnológica de ARNm que ha permitido a Moderna desarrollar su cartera de vacunas. De acuerdo con los documentos presentados por GSK, esta tecnología se remonta a investigaciones realizadas por Novartis, empresa de la que GSK adquirió una parte del negocio de vacunas en 2015, y que incluye todas las invenciones relacionadas con las patentes ahora en cuestión.

Según la empresa británica, su equipo de investigación había trabajado durante años para superar los desafíos asociados con la administración de ARNm en el cuerpo humano, lo que incluía la fragilidad química del ARNm y la necesidad de protegerlo hasta que llegara a las células. Las nanopartículas lipídicas desarrolladas por el equipo de GSK son un avance clave que hizo posible que estas vacunas fueran viables. 

GSK ha señalado su disposición a licenciar sus patentes a Moderna bajo términos "comercialmente razonables"

GSK ha dejado en claro que su intención no es bloquear el acceso del público a estas importantes vacunas. De hecho, la empresa ha señalado su disposición a licenciar sus patentes a Moderna bajo términos "comercialmente razonables", con el objetivo de asegurar que los pacientes sigan teniendo acceso a las vacunas críticas para la salud pública. Sin embargo, GSK busca una compensación justa por el uso de su tecnología y afirma que Moderna ha obtenido miles de millones de dólares en ingresos gracias a innovaciones que se basan directamente en sus patentes.

La disputa se encuentra en una etapa temprana, y no se ha programado una fecha para el juicio. No obstante, este caso, junto con las otras demandas en curso entre GSK, Pfizer, BioNTech y Moderna, marcará un punto crucial en la evolución de la industria farmacéutica y en cómo las empresas de biotecnología gestionan los derechos de propiedad intelectual en el futuro.

Con el crecimiento exponencial del uso de la tecnología de ARNm, es probable que más casos de este tipo surjan en los próximos años, y su resolución podría sentar precedentes sobre la forma en que se manejan los derechos de patente en tecnologías emergentes clave.

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