La biotecnológica estadounidense Gilead Sciences es reconocida mundialmente por su amplio compromiso con las terapias CAR-T, un tipo de inmunoterapia que utiliza las ‘células T’ para luchar contra el cáncer. La compañía desarrolla esta línea a través de Kite Pharma, una empresa pionera en este campo que adquirieron en 2017 por un total de 12.000 millones de dólares (11.076 millones de euros), y con la que, desde entonces, han logrado posicionarse como una potencia clara en oncología y abrir el mercado más allá del VIH.
Las terapias CAR-T son una serie de tratamientos revolucionarios que aportan precisión y alta eficacia. Por ello, según apuntan los expertos, en 2024, se prevé que aumenten las indicaciones terapéuticas, los ensayos clínicos y las autorizaciones regulatorias de estas, aunque sin olvidar que la gestión de las terapias CAR-T supone un reto para el sistema nacional de salud (SNS), ya que se tratan de medicamentos complejos de un elevado impacto sanitario.
El mercado de las CAR-T, se espera que continúe en crecimiento, entre otras razones, debido a factores como el creciente número de pacientes que muestran fracaso ante tratamientos alternativos, el aumento del número de pacientes con cáncer y el desarrollo de terapias nuevas y eficaces
En concreto, Kite de la mano de Gilead, han desarrollado Yescarta, la primera terapia CAR-T aprobada por la Comisión Europea para pacientes con linfoma B difuso de células grandes y linfoma de alto grado refractario o en recaída en los 12 meses después de haber completado la inmunoquimioterapia de primera línea; y Tecartus, un medicamento de terapia génica que se utiliza para tratar ciertos tipos de cáncer.
Ambas líneas de negocio han conseguido situar a Gilead como una de las compañías líderes mundiales en el mercado de las CAR-T, que se espera que continúe en crecimiento, entre otras razones, debido a factores como el creciente número de pacientes que muestran fracaso ante tratamientos alternativos, el aumento del número de pacientes con cáncer y el desarrollo de terapias nuevas y eficaces.
Precisamente en esta misma línea, Cindy Perettie, vicepresidenta ejecutiva de la unidad de terapia celular Kite de Gilead, ha comentado que la compañía podrá multiplicar por cuatro la producción de sus tratamientos contra el cáncer de cara a 2026 gracias a las mejoras implementadas en los procesos de fabricación. Cambios que ya han permitido a Gilead incrementar el número anual de tratamientos de los 6.000 del año pasado a 10.000. "Esperamos que para 2026, sin cambiar nada ni invertir, tengamos una capacidad de 24.000 CAR-T por año", señaló Perettie. Además, Gilead comunicó recientemente que logró disminuir a 14 días el tiempo medio necesario para producir Yescarta. Un hito que para Perettie puso de manifiesto la capacidad de biotecnológica para que logre reducir aún más este periodo.
Perettie se mostró optimista y aseguró que la farmacéutica tiene planes de incrementar la cuota de mercado para ambos tratamientos durante este año, al tiempo que busca ampliar su disponibilidad a un mayor número de pacientes y hospitales
A nivel financiero, a finales de 2023, Gilead pronosticó que las ventas de CAR-T para el primer trimestre se mantendrán estables o experimentarán un ligero aumento respecto al trimestre anterior, esperando un repunte en el crecimiento más adelante en el año. Por parte de Perettie, se mostró optimista y aseguró que la farmacéutica tiene planes de incrementar la cuota de mercado para ambos tratamientos durante este año, al tiempo que busca ampliar su disponibilidad a un mayor número de pacientes y hospitales. En este sentido, Gilead está ampliando su red de centros de salud en Estados Unidos, aunque apuntan que el crecimiento podrá evidenciarse a partir de 2025.
ESTUDIO PROMETEDOR
Uno de los últimos avances de Gilead en torno a las terapias CAR-T es el tratamiento en desarrollo del glioblastoma, un tumor cerebral extremadamente agresivo. Un estudio publicado en la prestigiosa revista científica ‘Nature Medicine’ muestra que para superar el obstáculo de la barrera hematoencefálica, que dificulta que los medicamentos alcancen el tumor, el ensayo administró células CAR-T directamente en el tumor cerebral y en el líquido cefalorraquídeo circundante
Según los resultados alcanzados en los 58 pacientes con tumores cerebrales gliomas de alto grado analizados, la mitad logró estabilizar la enfermedad durante al menos dos meses después del tratamiento con estas células. Además, el análisis de los datos reveló una mediana de supervivencia general de ocho meses para todos los pacientes. Sin embargo, una cohorte que recibió un tratamiento optimizado presentó una mediana de supervivencia de 10,2 meses, superando las expectativas previas para pacientes con glioblastoma recurrente.