Un juez federal de Texas (Estados Unidos) ha celebrado una audiencia este miércoles en un contexto de un caso que busca prohibir en todo el país el medicamento para el aborto, mifepristona, toda vez que otras tres demandas buscan ampliar el acceso a este. Una coyuntura que, por su incertidumbre y circunstancias, afecta de lleno a la compañía farmacéutica GenBioPro, el fabricante genérico de estos fármacos.
Es preciso recordar que, en Estados Unidos, mifepristona se utiliza para interrumpir un embarazo dentro de las primeras 10 semanas de gestación. Esta modalidad de aborto, que representa más de la mitad de los que se producen en el país, ha estado bajo lupa desde que la Corte Suprema revocó en junio su fallo histórico de 1973, que había garantizado el derecho al aborto en todo el país.
En noviembre pasado, grupos antiaborto demandaron a la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés Food and Drug Administration) alegando que el organismo se equivocó al aprobar la mifepristona en el año 2000 porque no consideró su seguridad "de forma adecuada". Los grupos están solicitando una orden preliminar, o interdicto, anulando la aprobación de la FDA mientras continúa la demanda.
Los grupos están solicitando una orden preliminar, o interdicto, anulando la aprobación de la FDA mientras continúa la demanda
En paralelo, al menos tres demandas independientes se presentaron a principios de este año para ampliar el acceso a la mifepristona. En febrero, doce fiscales generales estatales demócratas demandaron a la FDA para desafiar el requisito de la agencia de que los médicos que lo recetan y las farmacias que lo dispensan obtengan una certificación especial, argumentando que esos límites no estaban respaldados por pruebas.
En otra demanda en Virginia Occidental, el fabricante GenBioPro está pidiendo a un juez federal que impida que el citado estado, que tiene una prohibición casi total del aborto, prohíba la venta de las píldoras.
En la tercera demanda, un médico de Carolina del Norte busca bloquear las restricciones de ese estado sobre el medicamento, que incluyen requisitos de que se obtenga en persona de un médico en instalaciones con licencia especial después de un asesoramiento obligatorio. El estado es uno de los 16 que permiten el aborto en algunas circunstancias, pero imponen restricciones adicionales a la mifepristona que dificultan el acceso.
Una victoria de los demandantes en Texas podría eliminar por completo la mifepristona del mercado en todo el país, ya que los jueces federales tienen el poder en algunos casos de emitir medidas cautelares que van más allá de sus propios distritos para abarcar todo el país
Las demandas de Virginia Occidental y Carolina del Norte se basan en una doctrina legal establecida desde hace mucho tiempo conocida como prioridad federal, según la cual la ley federal, en este caso, la autoridad de la FDA para aprobar y regular medicamentos, anula la ley estatal en conflicto.
¿QUÉ SUCEDERÍA SI LOS DEMANDANTES DE TEXAS GANAN?
Una victoria de los demandantes en Texas podría eliminar por completo la mifepristona del mercado en todo el país, ya que los jueces federales tienen el poder en algunos casos de emitir medidas cautelares que van más allá de sus propios distritos para abarcar todo el país.
La FDA ha comentado, en una presentación judicial reciente, que retirar el medicamento del mercado dañaría drásticamente a los pacientes, obligándolos a tener abortos quirúrgicos innecesarios y, a veces, más peligrosos y sometiéndolos a largos tiempos de espera.