La resistencia a los antibióticos es una de las diez principales amenazas de salud pública. Así lo ha declarado la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estima que las bacterias multirresistentes causan ya 700.000 muertes cada año en el mundo. En España, los fallecimientos por esta causa se sitúan en 4.000 anuales.
Y es que el uso excesivo de antibióticos para infecciones menores ha llevado a que se vuelvan menos efectivos contra infecciones graves. Por ello, cada vez hay más personas que están muriendo a causa de infecciones comunes que antes eran tratables porque las bacterias que las causan se han vuelto resistentes al tratamiento. Por ello, invertir de forma urgente en el desarrollo de nuevos antibióticos y usar de forma más responsable los que ya existen se han convertido en acciones esenciales para combatir la actual situación.
En este sentido, la industria farmacéutica se ha puesto manos a la obra para desarrollar soluciones efectivas. La Fundación Novo Nordisk es una de las entidades que destinan sus recursos a luchar contra esta importante amenaza. Recientemente, ha invertido un total de 25 millones de dólares (23 millones de euros) a la asociación “Combating Antibiotic-Resistant Bacteria Biopharmaceutical Accelerator" (CARB-X), cuya sede se encuentra en la Universidad de Boston. El objetivo es apoyar el desarrollo inicial de herramientas innovadoras para prevenir, diagnosticar y tratar las infecciones bacterianas resistentes.
"A pesar del excelente trabajo de organizaciones como CARB-X, todavía existe una gran brecha de financiación”
“Vemos como a consecuencia de la falta de inversión, los científicos, fundamentales para lograr la innovación, abandonan este campo”, afirma para ConSalud.es Christian Mostrup, responsable principal de Comunicación de la Fundación Novo Nordisk. Por ello, “a pesar del excelente trabajo de organizaciones como CARB-X, todavía existe una gran brecha de financiación en este espacio de desarrollo temprano”, añade.
En este momento, CARB-X ha financiado 19 proyectos que están en proceso avanzado y algunos completando ensayos clínicos. De hecho, en el mercado ya hay dos productos de diagnóstico enfocados en la resistencia a los microbianos. "La financiación de la Fundación respaldará aún más esta cartera de herramientas innovadoras para resolver uno de los principales problemas de salud pública que enfrentamos", se reafirma Mostrup.
Desde la OMS sugieren que la disminución de la inversión privada y la falta de innovación en el desarrollo de nuevos antibióticos están socavando los esfuerzos para combatir las infecciones farmacorresistentes.
“Se necesitan nuevas estructuras de incentivos que permitan a las empresas invertir en el desarrollo de nuevos antibióticos"
“Se necesitan nuevas estructuras de incentivos que permitan a las empresas biotecnológicas y farmacéuticas invertir en el desarrollo y comercialización de nuevos antibióticos. En promedio, los antibióticos lanzados durante los últimos diez años han tenido ingresos anuales máximos por debajo de los 50 millones de dólares (46 millones de euros), lo que significa que no pueden generar ningún retorno de la inversión para quienes desarrollan y venden los compuestos”, declara Christian Mostrup.
En esta misma línea, la Fundación trabaja con socios públicos y privados de todo el mundo, organizaciones, universidades y gobiernos. Además de la subvención a CARB-X, la compañía ha establecido recientemente una nueva e importante acción, la Iniciativa para Vacunas e Inmunidad (NIVI), destinada a desarrollar vacunas contra infecciones respiratorias, para así reducir el uso de antibióticos y la propagación de las resistencias. Asimismo, la Fundación es miembro fundador de la Alianza Danesa AMR, un grupo de actores públicos y privados que trabajan también con este fin.
"La Fundación Novo Nordisk sigue comprometida con mejorar la prevención y el tratamiento de enfermedades que amenazan la salud mundial y pide una mejora urgente para una gestión eficaz de las resistencias a los antimicrobianos", concluye Mostrup.