La vacuna experimental contra el VIH desarrollada por la compañía farmacéutica Janssen, ha sido una de las grandes esperanzas para los pacientes y la única que se encontraba en un estado de desarrollo tan avanzado como es la tercera fase. Con sus inicios en octubre de 2019, tres años después habían completado las vacunaciones y se esperaba conseguir el objetivo final del estudio Mosaico en marzo de 2024, una vez pasado el mínimo indispensable de año y medio desde que el último participante recibiera la última dosis de la vacuna, sin embargo la realidad es otra y la compañía ha tenido que suspender el estudio.
El estudio de fase 3 se ha interrumpido debido a los decepcionantes resultados obtenidos en la prevención de infecciones. Desde la Junta de Supervisión de Datos y Seguridad del ensayo han querido aclarar que esta vacuna es en general "segura y bien tolerada", pero "no es eficaz para prevenir la adquisición del VIH". "Estos resultados son decepcionantes para nuestros colaboradores en la investigación y para otras personas que llevan décadas trabajando en el desarrollo de vacunas para acabar con la pandemia del VIH/sida”, apunta la doctora Susan Buchbinder, copresidenta del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos para el estudio Mosaico.
Estos resultados son decepcionantes para nuestros colaboradores en la investigación y para otras personas que llevan décadas trabajando en el desarrollo de vacunas
El ensayo que había reunido aproximadamente 3.900 personas pertenecientes a grupos vulnerables a la infección, se ensayaba en 53 centros de todo el mundo, incluidos seis hospitales españoles (Germans Trias i Pujol, Vall d'Hebron, Reina Sofía, Fundación Jiménez Díaz, Clínico San Carlos y General Universitario de Valencia), en personas que no había aceptado la profilaxis pre-exposición (PrEP), un tratamiento antirretroviral que consigue evitar la infección tomado preventivamente.
"A la hora de diseñar el estudio, para nosotros era fundamental que todos los participantes potenciales estuvieran informados sobre la PrEP y tuvieran acceso a ella. Sólo inscribimos a los participantes que no tomaban la PrEP después de que se les hubiera dado una opción auténtica de tomar la PrEP, con barreras eliminadas para acceder a estos fármacos”, señala Buchbinder.
Este fracaso no ha sido el primero de Johnson & Johnson en la búsqueda de la vacuna contra el VIH, el estudio de fase 2b 'Imbokodo' descubrió que el régimen de vacuna no proporcionaba suficiente protección en una población de mujeres jóvenes del África subsahariana.
Puesto en marcha en el año 2017, alcanzó la inscripción completa en 2019 y completó las vacunaciones el 30 de junio de 2020, un recorrido muy parecido al estudio Mosaico. En este caso contaron con la participación de 2.600 mujeres jóvenes, entre los 18 y los 35 años de edad, procedentes de cinco países del África subsahariana, una región donde mujeres y niñas representaron el 63% de todas las nuevas infecciones por el VIH en 2020.
Existen tratamientos que permiten combatir el VIH hasta el punto de su eliminación práctica o total, aunque es cierto que no están al alcance de todo el mundo y por lo tanto a día de hoy sigue siendo necesaria una vacuna
Los resultados finales de la eficacia se situaron en torno al 25%, una cifra muy por debajo de las estimaciones y a pesar de que no se produjeran acontecimientos adversos graves procedieron a su interrupción. En ese momento, la compañía estadounidense dedicó todos sus esfuerzos al estudio Mosaico, el cual tras los resultados obtenidos en la fase 3 también se ha suspendido.
A pesar de no disponer de una vacuna contra el VIH, existen tratamientos que permiten combatirlo hasta el punto de su eliminación práctica o total, aunque es cierto que no están al alcance de todo el mundo y por lo tanto a día de hoy sigue siendo necesaria. Un mercado en el que se ha introducido recientemente Moderna con el ensayo clínico de fase 1 de su vacuna de ARNm y que probablemente otras farmacéuticas se sumerjan.