La Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha emitido una serie de cartas de advertencia a tres fabricantes de fórmulas para bebés como parte del compromiso continuo de la agencia de mejorar la supervisión regulatoria y así, ayudar a garantizar que la industria produzca este tipo de leche en las condiciones más seguras posibles.
Varias productoras se han visto implicadas en múltiples demandas relacionadas con estos productos, la más llamativa Abbott. Sin embargo, en este caso, la FDA ha enviado las advertencias a ByHeart, Mead Johnson Nutrition y Perrigo Wisconsin, basadas en las observaciones de inspección que supervisaron desde que empezaran con las retiradas del mercado en diciembre, febrero y marzo de este mismo año.
Desde la agencia aclaran que a pesar de advertir sobre los peligros que supone consumir fórmula para bebés de estas marcas, no conlleva que recomienden descartar o evitar comprar ninguno de estos productos del mercado. La FDA no tiene el conocimiento de que ningún producto distribuido donde se haya confirmado la contaminación y cree que los retiros fueron efectivos para eliminar del mercado los lotes de productos que podrían estar afectados.
Los fabricantes tendrán 15 días hábiles para responder a la FDA y explicar qué acciones correctivas están tomando
Como consecuencia de las cartas de advertencia, las empresas señaladas han comenzado a realizar investigaciones exhaustivas y a realizar actividades de limpieza y saneamiento. Concretamente, los fabricantes tendrán 15 días hábiles para responder a la FDA y explicar qué acciones correctivas están tomando. “La agencia está comprometida a identificar y actuar tempranamente sobre los problemas para evitar que las empresas alcancen el nivel de preocupación que provocó el retiro a gran escala del año pasado y contribuyó a la escasez de fórmula infantil”, explicó Donald Prater, director interino del Centro de Alimentos de la FDA. Seguridad y Nutrición Aplicada.
La agencia americana se ha mostrado muy comprometida con el seguimiento de la seguridad de la fórmula para bebés, prueba de ello fue la publicación de la estrategia de prevención en noviembre de 2022. Un plan de acción que ha permitido la colaboración entre la FDA y el Congreso estadounidense para fortalecer las herramientas regulatorias y aumentar los fondos para supervisar esta industria. Además de trabajar estrechamente con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
De cara al futuro, la FDA ha comunicado que continuarán con su supervisión regulatoria y su compromiso con la industria para mejorar al máximo la seguridad de las fórmulas infantiles. Un plan que conlleva las inspecciones anuales de las instalaciones, el mantenimiento del diálogo con los fabricantes y promover investigaciones relacionadas con la prevención.
OMS Y UNICEF
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), organizaron el pasado mes de junio el primer Congreso mundial sobre la implementación del 'Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna'.
Desde la AMS han pedido a lo largo de los años a los gobiernos que promulguen, supervisen y hagan cumplir las disposiciones del Código. Aun así, la industria ha continuado desarrollando nuevos planes en la delgada línea entre lo legal y lo ilegal
Durante las jornadas, la OMS advirtió que la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) adoptó este código en 1981, a pesar de ello, 42 años después, las empresas productoras de estas fórmulas lácteas “continúan violando estos principios” y, además, “anteponen los intereses comerciales a la salud de los niños y familias”.
Precisamente desde la AMS han pedido a lo largo de los años a los gobiernos que promulguen, supervisen y hagan cumplir las disposiciones del Código. Aun así, la industria ha continuado desarrollando nuevos planes en la delgada línea entre lo legal y lo ilegal. Por ello, estas jornadas cobran una gran importancia. En línea con la FDA, la OMS y UNICEF han desarrollado una serie de herramientas para fomentar la implementación del Código, documentar el alcance de la comercialización de este producto, evaluar las leyes actuales y desarrollar sistemas de monitorización.