El gigante tecnológico Google ha obtenido la autorización de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) que finalmente desbloquea el uso del sensor de temperatura integrado en su teléfono inteligente de gama alta, Pixel 8 Pro.
Desde el anuncio del dispositivo en octubre del año pasado, la compañía comunicó que su sensor era adecuado para medir el calor de “objetos domésticos”, pero que no debía utilizarse para comprobar si una persona tiene fiebre. Con el paso dado por la agencia reguladora, el dispositivo de Google contiene la primera aplicación de temperatura corporal añadida a un teléfono inteligente, siendo así, "un hito para la tecnología", como recoge la compañía tecnológica.
“En ensayos clínicos, nuestro algoritmo de software pudo calcular la temperatura corporal en el rango de 96,9 °F a 104 °F (36,1 °C a 40 °C) con un margen de ±0,3 °C en comparación con un termómetro de arteria temporal aprobado por la FDA”, ha indicado la compañía en una publicación de su blog.
Google describe esta herramienta como la primera aplicación de temperatura corporal añadida a un teléfono inteligente, siendo así, un hito para la tecnología
La autorización ‘de novo’ de la FDA se otorgó en diciembre pasado a la división Fitbit Health Solutions de Google, un térmico utilizado para la vía de autorización de productos médicos que no se ajustan a un estándar preexistente.
En cuanto al sensor de infrarrojos sin contacto capta datos desde un amplio campo de visión. Según recoge Fierce Biotech, es necesario asegurarse de que el dispositivo esté a la distancia correcta de la piel, de modo que pueda detectar la temperatura de la sangre que se mueve a través de los vasos cerca de la superficie.
Este dispositivo funciona a través de un termómetro láser que ajusta el enfoque de la cámara del teléfono inteligente. Además, la aplicación cuenta con retroalimentación por vibración e instrucciones de audio para guiar al usuario hacia las arterias en las sienes.