En mayo de 2023, la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó a la tecnológica fundada por Elon Musk, Neuralink, a realizar sus primeros ensayos en humanos para comprobar la seguridad de su chip cerebral. Ocho meses después, la compañía anunció que había implantado el primer dispositivo a Noland Arbaugh, un paciente de 29 años que quedó tetrapléjico tras un accidente de buceo.
Este implante que permite la interfaz cerebro-computadora se diseñó específicamente para Arbaugh, con el objetivo de adaptarse a su anatomía cerebral y a sus necesidades funcionales. En cuanto a la implantación, mediante anestesia local, se le realizó una incisión mínima en el cuero cabelludo para acceder al cráneo. Posteriormente, un neurocirujano especializado utilizó un robot miniatura para insertar cuidadosamente el chip en el área cerebral planificada, y, así, los diminutos electrodos del chip se conectaron a las neuronas relevantes en el cerebro del paciente para permitir la comunicación entre el chip y el tejido cerebral.
Este implante que permite la interfaz cerebro-computadora se diseñó específicamente para Arbaugh, con el objetivo de adaptarse a su anatomía cerebral específica y a sus necesidades funcionales
Tras la operación y con una estricta monitorización y rehabilitación, el paciente de 29 años ha conseguido registrar varios avances muy significativos, como es el caso del movimiento del cursor del ordenador mediante sus pensamientos, permitiéndole así, realizar diferentes tareas útiles y de ocio, como es el caso de jugar al ajedrez. Arbaugh explicó en un directo que gracias al trabajo de Neuralink ha conseguido algo que antes parecía impensable, jugar una partida de ajedrez con la mente.
Aunque parecía que todo eran buenas noticias tras la aprobación de la FDA y la implantación del primer chip, hace tan solo una semana, la compañía estadounidense comunicó que habían registrado una serie de fallos con los cables de conexión. En concreto, los electrodos perdidos habían provocado una caída en la velocidad máxima de la circulación de los datos del chip cerebral, lo que desencadena menos señales neuronales y, por lo tanto, menos bits digitales por segundo utilizados para operar con precisión el cursor.
En este sentido, Reuters apuntó en exclusiva que cinco personas relacionadas con este caso aseguraban que desde Neuralink ya conocían este peligro, pero que decidieron ocultarlo y no recurrir a un rediseño ya que el riesgo no era lo suficientemente alto. No obstante, a pesar de ocultar información de cara al público, Reuters indica que la FDA sí que era consciente de este posible problema, ya que la compañía compartió los resultados de las pruebas con animales como parte de su solicitud para comenzar con los ensayos en humanos.
Los electrodos perdidos habían provocado una caída en la velocidad máxima de la circulación de los datos del chip cerebral, lo que desencadena menos señales neuronales y, por lo tanto, menos bits digitales por segundo
Contra todo pronóstico, tan solo una semana después de los fallos del dispositivo, la FDA ha aprobado que Neuralink implante el chip en un segundo paciente. En este caso, según han apuntado, los cables se implantarán más profundamente en el cerebro para evitar que se desconecten.
El propio Elon Musk ha celebrado la noticia y ha animado, de la mano de Noland, a que los pacientes que cumplan con los requisitos se presenten a formar parte del ensayo clínico PRIME y ser el siguiente humano que cuente con un chip en el cerebro.