En 2024, el desarrollo de medicamentos en la industria farmacéutica sigue mostrando una tendencia clara de expansión. El pipeline global que se encuentran en desarrollo ha alcanzado nuevos niveles este año, reflejando el dinamismo de la investigación y desarrollo (I+D) farmacéutica. Esta expansión no es sorprendente, dado que, a lo largo de los últimos años, la industria ha experimentado un crecimiento constante, impulsado tanto por los avances científicos como por la creciente inversión en biotecnología y medicamentos de especialidad.
Según el último informe de Citeline Clinical, el tamaño total del pipeline de fármacos en 2024 es de 22.825 compuestos en desarrollo, lo que supone un incremento significativo respecto a los 21.292 fármacos reportados en 2023. Este aumento marca una tasa de crecimiento del 7,2 % con 1.533 fármacos. Comparando estos datos con los de 2014, donde el pipeline rondaba los 11.307 fármacos, la expansión en los últimos 10 años casi se ha duplicado, con un aumento de 11.518 nuevos compuestos.
En comparación con 2023, la evolución del pipeline no ha sido uniforme en todas las fases de desarrollo, lo que aporta una visión más profunda sobre la naturaleza del crecimiento. En la fase preclínica, el número de fármacos aumentó en 650 compuestos en 2024, lo que representa un incremento del 5,5 % respecto a 2023. Aunque esta tasa de crecimiento es ligeramente menor que la del pipeline general, es mayor que el crecimiento del 4,3% que se registró en esta fase en 2023. Esto sugiere que la inversión en fases tempranas sigue siendo robusta, lo que refleja el interés de las empresas en nuevas investigaciones básicas y en la búsqueda de nuevas moléculas prometedoras.
La expansión del pipeline global farmacéutico casi se ha duplicado en los últimos 10 años
En cuanto a la Fase I, el aumento fue aún más marcado. El número de fármacos en esta fase creció un 13,5 % en 2024, frente al 10,7 % observado en 2023. Asimismo, el número de fármacos en la Fase II también experimentó un crecimiento positivo, con un incremento del 7,8 % en 2024, superior al 7,2 % registrado en 2023. Sin embargo, la situación en la Fase III es menos optimista. Aunque hubo un ligero aumento en el número de fármacos en esta fase, los datos muestran que el crecimiento fue mucho más modesto en comparación con las fases anteriores. Entre 2023 y 2024, solo se observó un leve aumento en el número de fármacos en la Fase III, lo que refleja un estancamiento o una mayor dificultad para que los fármacos en desarrollo avancen a esta etapa avanzada.
Históricamente, la Fase III ha sido la más costosa y arriesgada del proceso de desarrollo clínico, ya que requiere la mayor inversión de recursos y es la etapa donde se enfrentan mayores tasas de fracaso. Este comportamiento es consistente con los patrones observados en años anteriores.
Un aspecto crucial del crecimiento del pipeline es la evolución en las áreas terapéuticas. En 2024, la oncología sigue dominando el panorama, representando el 38 % de todos los nuevos candidatos, aunque ligeramente por debajo del 40,7 % observado en 2022. Neurología, por su parte, representó el 12,7 % de los nuevos fármacos en 2024, un descenso respecto al 13,5 % de 2022. Estos pequeños descensos en áreas terapéuticas clave indican una mayor diversificación en las carteras de investigación de las compañías farmacéuticas, ya que se están explorando otras áreas terapéuticas más allá del cáncer y los trastornos neurológicos.
La introducción de nuevas tecnologías ha creado oportunidades en campos como las enfermedades raras y las inmunoterapias
Es importante destacar que el crecimiento en algunas áreas, como los medicamentos metabólicos y cardiovasculares, ha sido más modesto. Esto puede estar relacionado con las altas barreras de entrada en estas áreas, donde los tratamientos establecidos y las estrictas regulaciones hacen que el desarrollo de nuevos medicamentos sea más difícil.
Sin embargo, la introducción de nuevas tecnologías, como las terapias génicas y celulares, ha creado oportunidades en campos como las enfermedades raras y las inmunoterapias. En este contexto, las enfermedades raras siguen siendo un foco de interés para las principales compañías farmacéuticas, que están ampliando sus carteras de productos con más medicamentos dirigidos a estas patologías. Esto evidencia una creciente demanda de tratamientos innovadores y un compromiso renovado con la investigación y el desarrollo en áreas que tradicionalmente han sido menos atendidas y financiadas.
De esta manera, el auge de estas nuevas tecnologías ha sido un motor clave en la expansión del pipeline en los últimos años. Las terapias génicas, los anticuerpos monoclonales y las terapias celulares han sido áreas de rápido crecimiento dentro del pipeline farmacéutico, especialmente en las fases tempranas. Estas tecnologías han permitido el desarrollo de tratamientos.