La empresa biofarmacéutica Emergent BioSolutions ha comunicado que donaría 50.000 dosis de su vacuna contra la mpox a la República Democrática del Congo y otros países afectados por esta enfermedad como Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda.
A finales de la pasada semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba la emergencia de salud pública internacional por segunda vez en dos años, con motivo de esta patología. Esta decisión se toma ante el importante brote de Mpox en África, que se caracteriza por su rápida propagación y sus mayores efectos en la salud de la población. La causa es una nueva variante conocida como clade Ib. Recientemente, se confirmaba también en Suecia la infección de una persona con esta nueva variante, convirtiéndose en el primer caso de estas características notificado en el entorno europeo.
La FDA aún no ha aprobado su aplicación contra este virus
Ante este contexto, son varias las compañías y autoridades que se han ofrecido a ayudar a controlar y frenar el brote. Y una manera de hacerlo es a través de la vacunación y la donación de viales. Es el caso de Emergent BioSolutions. La vacuna ACAM2000 de la compañía, aprobada para la viruela, se ha utilizado en algunas ocasiones como vacuna contra el Mpox, pero la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) aún no ha aprobado su aplicación contra este virus.
El motivo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU, es que una vacuna con un virus vivo replicante tiene más efectos secundarios y riesgos conocidos que la vacuna de la biotecnológica danesa Bavarian Nordic aprobada en EE.UU. tanto para la viruela como para la viruela símica.
Se sabe, según recoge Reuters y apunta la FDA, que la vacuna ACAM2000 provoca miocarditis/pericarditis, es decir, inflamación del músculo cardiaco o de su entorno en 1 de cada 175 nuevos receptores.
La vacuna ACAM2000 de Emergent BioSolutions se administra mediante una aguja bifurcada, que realiza una serie de pequeños pinchazos en la piel en lugar de una inyección tradicional. Esto provoca la formación de una costra en el lugar de la aplicación, que tarda entre 2 y 4 semanas en cicatrizar. Durante este tiempo, el virus vivo atenuado presente en la vacuna puede propagarse a otras partes del cuerpo o a otras personas si se toca la costra y luego se toca otra área o persona. Por lo tanto, es crucial evitar tocar la costra y tomar medidas para prevenir la propagación del virus hasta que la costra se caiga