La compañía especializada en monitorización continua de glucosa, Dexcom, está despidiendo a más de 500 empleados en su sede de San Diego, mientras busca expandir sus operaciones de fabricación en otros lugares de Estados Unidos y del mundo.
Según adelantó la semana pasada The San Diego Union-Tribute, la empresa de sensores para diabetes planes transformar su sede en un centro más focalizado en la innovación. Para ello, trasladarán la fabricación a sus instalaciones en Mesa, Arizona, y algunos empleados también serán reubicados producto de este movimiento.
El despido de los 535 empleados que se hará efectivo a partir del próximo 26 de julio, según un aviso WARN del estado de California, supone a cerca del 15% de la empresa. En cuanto a las instalaciones que se quedarán vacías, apuntan que se convertirán en nuevos laboratorios en los próximos años.
"Eran más bien edificios de oficinas que utilizamos como empresa emergente y ya no nos sirven… no son adecuados para la fabricación, pero son perfectos para la investigación y el desarrollo”
“Los edificios que tenemos aquí en Sequence Drivenunca fueron construidos para ser instalaciones de fabricación. Eran más bien edificios de oficinas que utilizamos como empresa emergente y ya no nos sirven… no son adecuados para la fabricación, pero son perfectos para la investigación y el desarrollo”, ha indicado Barry Regan, vicepresidente ejecutivo de operaciones globales de Dexcom.
A pesar de los despidos, la compañía ha registrado grandes resultados en los monitores de glucosa continuos G6 y G7, alcanzando incluso los mil millones de dólares (933 millones de euros) en el primer trimestre. Una tendencia positiva que le ha permitido expandirse al mercado europeo con la construcción en Irlanda de una sede con la que esperan crear más de 1.000 puestos de trabajo.