El Departamento de Justicia de EE. UU ha solicitado a la Corte Suprema que impida que la compañía más señalada en la crisis de los opioides, Purdue Pharma, proceda con un acuerdo de bancarrota que protege a los propietarios de la familia Sackler de demandas.
Anteriormente, un tribunal de apelaciones rechazó una demora de propuesta a principios de semana y dictaminó que Purdue podía continuar con el plan de bancarrota que se aprobó en mayo. Este, concretamente, protegería a sus propietarios de las demandas por opioides a cambio de una contribución de 6 mil millones de dólares (5.446 millones de euros) al acuerdo de bancarrota más amplio de la compañía.
El Departamento argumentó que el acuerdo es un abuso de las protecciones con las que cuentan las bancarrotas destinadas a las dificultades financieras, no a personas como la familia Sacklers, que incluso habían retirado 11 mil millones de dólares (9.984 millones de euros) antes de aceptar la contribución. “Aprobar el plan de quiebras de Purdue dejaría una hoja de ruta para que otros millonarios hagan un uso abusivo del sistema de quiebras”.
Demandas similares se han resuelto con más de 45 mil millones de euros en acuerdos con fabricantes, distribuidores de medicamentos y cadenas de farmacias.
Por parte de la familia, han asegurado en múltiples ocasiones que no han actuado mal, aunque sí han aceptado que se lamentan de que su analgésico, OxyContin, se convirtiera “inesperadamente” en parte de una crisis de opioides. En concreto, este fármaco fue uno de los protagonistas del inicio de una epidemia que ha causado más de 500.000 muertes por sobredosis en EE.UU durante dos décadas.
Según recoge Reuters, las demandas contra Purdue y los Sacklers alegan que el fabricante de medicamentos engañó a los médicos sobre la adicción que podía provocar OxyContin, lo que desencadenó que muchos pacientes se engancharan a los opioides y terminaran muriendo.
Demandas similares relacionadas con esta crisis se han resuelto con más de 50 mil millones de dólares (45.386 millones de euros) en acuerdos con fabricantes, distribuidores de medicamentos y cadenas de farmacias.